Los mejores momentos de humanidad se han producido cuando el mosaico de sociedades que la componen ha apostado por la libertad, la alegría y la tolerancia
Creo que no presté mucha atención cuando Maddy me decía hace unos años que ella sentía que era un chico, que era transexual. 'Claro, claro, eres un chico', pensaba yo. Estaba seguro de que no era más que una fase.
Existen muchas leyes transfóbicas (algunas presentadas y otras en vigor) que se basan en la idea de que los transexuales son personas pervertidas que se visten con la ropa de una persona de distinto sexo. Y todo eso con el objetivo de entrar en el baño.
Mi orientación sexual es pública. Lo otro, lo que hacemos en la cama, eso que tanto les preocupa a ustedes, es mi vida privada. Y es privada, tanto como lo es la suya. Yo no hago ostentación de mi vida privada, hago lo que usted: manifestar de manera natural mi orientación sexual.
En el escenario del Mundial parece que son las sociedades las que directamente se comparan y enfrentan por los resultados que obtienen en el césped. Tras nuestro debacle del pasado viernes 13, parece confirmarse la percepción de que vivíamos en una burbuja, por encima de nuestros recursos.
¿Es el respeto la solución a todos los problemas? Cuando alguien se manifiesta no lo hace con la intención de exigir respeto, sino derechos. Esa es la palabra clave, la palabra que se ha olvidado con el tiempo. Cuando se habla de tolerancia no se habla de derechos, y eso siempre es bueno para los que detentan el poder.
Después de una noche divertida, mi amigo Ethan y yo nos dirigimos a una furgoneta de pizzas. Hacía mucho frío, así que íbamos cogidos de la mano y juntos para estar más calientes. El tipo que estaba delante nos dijo que cortásemos nuestra "mierda gay". Casi todas las personas en la cola le dijeron que no podía hablarnos así.