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Cosas que Tsipras debería cambiar tras su fracaso en el Eurogrupo

Cosas que Tsipras debería cambiar tras su fracaso en el Eurogrupo

Tsipras ha olvidado varias cosas: que tan legítimo es su gobierno como el resto de la zona euro; que su capacidad de obtener concesiones amenazando a la UE con provocar el caos del euro es inversamente proporcional al número de instrumentos y mecanismos puesto en pié con éxito desde el inicio de la crisis para evitar nuevas crisis de la moneda única; que su país está como está por muchas cosas, incluyendo en primer lugar los propios errores nacionales.
El contagio del nacionalcatolicismo se asienta en La Zarzuela

El contagio del nacionalcatolicismo se asienta en La Zarzuela

Vivo en una ciudad cuyo alcalde, J. A Belloch, ha unido su cargo a la presencia de un artístico crucifijo sobre la mesa de presidencia, a su derecha, en los plenos municipales, que ha dedicado una calle al fundador del Opus Dei y que no se pierde una misa solemne o una procesión, a las que asiste con todo boato y charanga en calidad de su cargo.
Haced acopio de papel higiénico... ¡Que viene la izquierda!

Haced acopio de papel higiénico... ¡Que viene la izquierda!

Poco antes de las elecciones griegas, un austericida recomendó a sus compatriotas que almacenaran provisiones de papel higiénico porque, según su teoría, Tsipras convertiría Grecia en otra Venezuela. ¿Os suena? Paradójicamente, resulta que cuando Tsipras llegó a la residencia oficial descubrió que sus anteriores habitantes se habían llevado hasta el jabón del baño.
Tsipras promete una nueva Grecia

Tsipras promete una nueva Grecia

Asistimos a la firma apresurada del primer acuerdo poco antes de la quiebra y vimos cómo nuestra vida pasaba a depender de la voluntad de la Troika, que decidiría cuál sería la próxima dosis para mantener con vida al paciente. Somos un pueblo trabajador que veía cómo su vida cambiaba abruptamente con las estrictas medidas de austeridad.
Que Tsipras no sea otro Hollande

Que Tsipras no sea otro Hollande

La debilidad de Hollande, ¡en la presidencia de Francia, corazón de Europa!, nos da idea de las dificultades que le esperan a Tsipras. ¿Puede el líder de un país de 11 millones hiper endeudado cambiar el curso de una Unión de 28 países? ¿Puede dar una patada en la puerta, en el salón de los acreedores y no bajar la mirada?