¿Por qué no lo evitaste, Feijóo?

¿Por qué no lo evitaste, Feijóo?

Sometiéndose al PSOE, el PP consigue que el PSOE se someta al PP. No es novedoso el carácter sadomasoquista de la política nacional.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, abandona el Congreso tras su investidura fallida.EFE

Se ponga Feijoo para arriba, para abajo o de medio lado, el curso de los acontecimientos ha sido tan endiablado que en este momento una mínima coherencia le obliga a facilitar la investidura de Sánchez para que éste, a su vez, no tenga que realizar la menor cesión a los independentistas catalanes y vascos. Ni amnistía ni referendo. Así, gratis et amore, por la cara bonita, como si fuera un estadista. No haría falta votar afirmativamente a la investidura del Joker. Bastaría con una responsable abstención para que en segunda votación el líder del PSOE (Partido Sanchista Omnipotente Español) obtuviera más síes que noes y viera cómo se le abren las puertas de su tercera —¿cuarta?, ¿decimoquinta?, ¿existió algo en la historia de la Humanidad antes de Sánchez?— legislatura.

El Sindicato de Guionistas de los Estados Unidos, recién terminados sus casi cinco meses de huelga, ha emitido un comunicado en el que acusa a la política española de esquirola, al haber creado la trama de suspense de la que podrían estar bebiendo todas las majors durante años. En efecto, tras el palomitero espectáculo de excusas desplegadas por el PSOE para negarse a intentar un pacto de gobierno subordinado al PP, la pelota pasa al otro lado del campo y todo el público gira la cabeza para atender al palomitero espectáculo de excusas desplegadas por el PP para negarse a intentar un pacto de gobierno subordinado al PSOE. Cuanto más se insista en el carácter apocalíptico de los pactos que Sánchez va a establecer para aferrarse al poder, más inexplicable se vuelve la negativa del PP para evitarlos.

Cuanto más se insista en el carácter apocalíptico de los pactos que Sánchez va a establecer para aferrarse al poder, más inexplicable se vuelve la negativa del PP para evitarlos

Y a su vez, en este laberinto de espejos, esta jugada perdedora se vuelve ganadora. ¿Cómo respondería Sánchez? Si acepta la oferta de Feijoo, estaría reconociendo que la amnistía y el referendo eran concesiones perjudiciales para España, a las que cedía por puros intereses personales. Y si no acepta la oferta de Feijoo, no sólo el líder conservador sale del envite convertido en un héroe patriótico a la altura del mismísimo De Gaulle, sino que además el pasado, presente y futuro presidente del gobierno quedaría tan vendido a la extrema derecha vasca y catalana que difícilmente podría remontar el deterioro de su imagen. Sometiéndose al PSOE, el PP consigue que el PSOE se someta al PP. No es novedoso el carácter sadomasoquista de la política nacional.

Hasta podrían confundirse un diputado o dos al votar. No pasa nada. Hay margen suficiente. La victoria del PP sobre el PSOE en las elecciones —no siendo un dato banal— no basta para justificar la negativa de la abstención de Feijoo ante Sánchez en un momento crítico para el país como éste. Quizá, por primera vez en toda su existencia, el Partido Popular podría pensar a largo plazo. Ojalá el escenario fuera otro, pero es el que es. Se ha acabado el tiempo de las realidades y empieza el de la realidad. Ante la infamia que supondría la amnistía o el referendo, el Partido Popular debe abstenerse y ceder al chantaje de Sánchez. ¿Por qué no lo evitaste? es una pregunta que perseguirá a Rajoy toda la vida. ¿De verdad también será la pregunta que persiga eternamente a Feijoo?

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Licenciado en Filosofía y doctor en Psicología. Es profesor titular de Psicología Clínica de la Universidad de Oviedo desde antes de que nacieran sus alumnos actuales, lo que le causa mucho desasosiego. Durante las últimas décadas ha publicado varias docenas de artículos científicos en revistas nacionales e internacionales sobre psicología, siendo sus temas más trabajados la conformación del yo en la ciudad actual y la dinámica de las emociones desde una perspectiva contextualista. Bajo la firma de Antonio Rico, ha publicado varios miles de columnas de crítica sobre televisión, cine, música y cosas así en los periódicos del grupo Prensa Ibérica, en publicaciones de 'El Terrat' y en la revista 'Mongolia'.