Un poco de Tim Morton es mucho Tim Morton

Un poco de Tim Morton es mucho Tim Morton

Entrevista con el filósofo Timothy Morton.

  Portada de 'Todo el arte es ecológico'.GG

Acercarse al pensamiento ecológico de Timothy Morton es como abrir un libro de botánica y toparse con todo tipo de términos nuevos: ecología oscura, hiperobjetos, hiposujetos, etcétera. Condensar su filosofía es harto difícil, aunque sus ideas tienen que ver con la crítica al antropocentrismo y con liberarnos de la culpa ecológica sin dejar de preocuparnos por la ecología. Morton no estaría de acuerdo con Hegel en que el arte es superior, en un sentido estético, a la naturaleza. Tampoco ve la naturaleza como algo esencial en el ecologismo porque la ecología trata sobre la coexistencia de los seres y no sobre la romantización del mundo natural. Recientemente ha publicado Todo el arte es ecológico (GG, 2023) e Hiposujetos (Holobionte, 2023). Su estilo es coloquial, aunque a menudo resulta contraintuitivo (suele decir y explicar que el todo es menos que la suma de las partes). Esta entrevista es una rápida introducción a lo que podría verse como una ecología cristiana y seguro que se me escapan muchos conceptos suyos, pero ya verán que un poco de Tim Morton es mucho Tim Morton.

La obra Comediante de Maurizio Cattelan es un plátano pegado a una pared con cinta americana. ¿El arte conceptual no le parece una estafa? ¿En qué sentido es ecológica esa instalación?

El arte no está en el arte conceptual. Ni en la pared. Cuando dices pintura al óleo sabes que el arte está en medio de eso. Cuando dices arte conceptual, quieres decir que los materiales artísticos son tu mente conceptual. Las cosas en la pared son como una partitura musical: ahí no es donde está la música. Cattelan hizo una obra de arte ajena a tu mente: lo acabas de demostrar con tu pregunta. Me da que consiguió lo que pretendía.

El arte es ecológico porque tu mente es ecológica y porque tu cerebro es ecológico.

En las primeras páginas de su libro Astronave afirma que es de género no binario. Se ha dicho con demasiada frecuencia que el sexo es natural y el género es cultural. A mí me gusta mucho citar El arco iris de la evolución de Jean Roughgarden porque ella proporciona decenas de ejemplos de la noción de género dentro del reino animal. ¿Me puede hablar del género no binario? ¿No es una categoría muy posmoderna?

De verdad que no sé lo que es el posmodernismo; nunca supe lo que era la posmodernidad. Era una muy mala etiqueta para todo tipo de cosas y la última vez que la usé fue allá por el año 1995.

Quizás la posmodernidad tiene que ver con el significado, y quizás las mejores ideas que dio trataban sobre cómo el sentido viene dado por alguna institución o campo de conocimiento (por ejemplo, la biología). Dicho de otro modo: el significado no está inscrito de forma directa en lo real. En cierto modo, el género y el sexo no tratan solamente sobre el significado. En todo caso, en los años ochenta me enseñaron lo que tú dices: el sexo es biológico y el género es cultural. Yo rechazo decir natural. Ni siquiera lo habría dicho en aquel entonces. La naturaleza es lo que los filósofos llaman lo normativo: siempre define cosas que son antinaturales y eso me suena muy agresivo.

Tampoco me gusta lo de que el sexo sea biológico porque la sexualidad es un discurso, un conjunto de instituciones, físicas e inmateriales, que produce tipos específicos de sexo y género. El sexo no es biológico. ¡La biología no es biológica! Esos clichés de los ochenta estaban muy valorados en una especie de religión de la ciencia que llamamos cientificismo, que acepta que hay un mundo básico, aburrido y opresivo. Eso no tiene nada que ver con la verdadera ciencia, que nunca ha dicho nada sobre el estatuto de lo real: estudia patrones en los datos. Que Tim esté hecho de átomos no significa que los átomos sean reales y Tim sea una ilusión.

A propósito, Joan es mi amiga y me encanta su libro. Lo uso todo el tiempo en mi obra.

Tú sabes que tienes ese gen que le dice a tu cuerpo cada día: cambia de género, cambia de género, cambia de género. Luego tienes otro que (a veces) te dice: apágalo. ¿Qué significa todo eso? Creo que es bueno contemplar las cosas y esperar para responder qué sentido tienen. Obsérvalas y fluye, ¿no te parece maravilloso? Esas realidades son muchísimo más profundas y extrañas que nuestras ideas en torno a ellas, quizás más profundas y extrañas que cualquier idea sobre este tema. Es un poco como el telescopio Webb cuando descubrió todas esas galaxias que son anteriores a lo que nos decían las teorías: conceptos como la materia oscura, la energía oscura o la constante de Hubble podrían estar completamente equivocados. Es genial no saberlo a ciencia cierta en este preciso momento.

Es como cuando en Zambia los arqueólogos encontraron una estructura humana (no me gusta llamarla homínido ni humanoide) que tenía medio millón de años. Destruye por completo un puñado de conceptos estúpidos como el de prehistoria, que está todavía arrastrándose como un zombi.

Estuve a punto de salir del armario como persona en el espectro intersexual en mi libro The Stuff of Life, pero fui demasiado cobarde y me influenciaron para quitarlo. Así que aquí me tienes añadiendo esa galaxia extra a la mezcla. ¡Te lo estoy contando aquí en primicia!

Usted ha escrito sobre la ontología orientada a objetos (OOO). Tal y como yo la entiendo, viene a ser un tipo de realismo o uno de los nuevos materialismos. ¿Seguimos atrapados en la vieja dicotomía entre realismo e idealismo?

La OOO no es un tipo de realismo ni de materialismo: la OOO es un tipo de deconstrucción. La OOO nos dice que las ideas occidentales blancas son peligrosas, perjudiciales y violentas. Tenemos el prejuicio de que una cosa es simplemente un trozo sólido que se mantiene constante como una línea en el monitor de un hospital. Las cosas están muertas. A propósito, cuando digo cosa, no piensas en un líquido, ¿verdad? ¿Y en un gas o un plasma?

Eso también es catastrófico cuando hablamos de grupos. Cuando digo grupo piensas en un trozo sólido también, o piensas que de alguna forma no es real. Así es como se le abre la puerta al fascismo porque la comprensión humana de la noción de grupo es demasiado simple y el fascismo la explota.

Por este motivo estamos debatiéndonos entre el realismo y el idealismo, ya que todavía estamos luchando contra el sujeto y el objeto (y diferenciando entre hombre y mujer). Aún estamos envueltos en la dialéctica del amo y el esclavo.

Israel critica a Guterres por sus palabras sobre Palestina. ¿Es Netanhayu lo que usted llama un hipersujeto?

El hipersujeto contiene a todas las personas blancas occidentales que ven esto como simples espectadores. Creemos, además, que los espectadores no crearon esta tragedia. Cada obra trata sobre cómo el público es en realidad el personaje principal. George Lucas hizo Star Wars porque creía que las personas la amarían. ¿Ves a qué me refiero? Él fue su público. La catarsis en una obra surge cuando te das cuenta de que todo iba sobre ti.

Cuando fui a Oxford, nuestro profesor nos llevó (en el Magdalen College) a ver la vieja biblioteca. En la biblioteca había un mapa. En el mapa alguien había dibujado líneas a lápiz: Palestina, Irak, Irán… fue T.E. Lawrence, Lawrence de Arabia, y fue el típico hombre blanco orientalista que creyó que conocía esa región mejor que quienes vivían allí. Dividió la región después del colapso del imperio otomano tras la Primera Guerra Mundial y de nuevo, tras la Segunda Guerra Mundial, los hombres occidentales blancos volvimos a hacerlo. Nosotros hicimos esto. Es nuestra culpa.

Necesitamos ir a Israel ahora mismo y admitir que en realidad es nuestra culpa.

¿Hay Tim Morton para rato?

Publicaré muy pronto Hell: In Search of a Christian Ecology. Es lo mejor y más ambicioso que he hecho hasta el momento.

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Andrés Lomeña Cantos (Málaga, 1982) es licenciado en Periodismo y en Teoría de la Literatura. Es también doctor en Sociología y forma parte de Common Action Forum. Ha publicado 'Empacho Intelectual' (2008), 'Alienación Animal' (2010), 'Crónicas del Ciberespacio' (2013), 'En los Confines de la Fantasía' (2015), 'Ficcionología' (2016), 'El Periodista de Partículas' (2017), 'Filosofía a Sorbos' (2020), 'Filosofía en rebanadas' (2022) y 'Podio' (2022).