El cohete Starship de Elon Musk, el más potente de la historia, explota nada más despegar

El gran cohete proyectado por Elon Musk, el gigante Starship, ha estallado instantes después de su lanzamiento en el que debía ser su primer vuelo de prueba. 

El desastre ha tenido lugar justo en el momento programado para que la nave se despegase de su primera etapa, pero en ese punto ha perdido el control. Apenas cuatro minutos de aventura espacial.

Tras alcanzar una altitud superior a los 30 kilómetros, el cohete empezó a cabecear y finalmente perdió su orientación, hasta que explotó en el aire, de acuerdo con la transmisión en directo realizada por SpaceX. El accidente ha sorprendido a todos, incluido al propio Musk, mientras aún resonaban los aplausos en el cuartel general de la empresa.

La explosión ha ocurrido en el segundo intento de despegue, después de un problema técnico segundos antes del despegue previsto el pasado lunes. Starship era (y aún sigue siendo) el proyecto faraónico de Musk y su compañía en la carrera de fondo que plantean hasta llegar a Marte.

La compañía Space X ha apuntado, con ironía e intentando quitarle hierro al millonario problema, que "como si la prueba de vuelo no fuera lo suficientemente emocionante, Starship experimentó un rápido desmontaje no programado antes de la separación de la etapa". 

En un breve hilo, celebran el "aprendizaje" pese a la desgracia. "Con una prueba como esta, el éxito proviene de lo que aprendemos, y la prueba de hoy nos ayudará a mejorar la confiabilidad de Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea multiplanetaria".

El plan para esta primera aventura, truncada de golpe, era que el cohete volviera a la superficie a los pocos minutos, para amerizar cerca de la base, mientras que la aeronave (sin tripulación aún) estaría en el aire alrededor de hora y media. En ese breve vuelo espacialel objetivo previsto era alcanzar la órbita y cruzar el globo sobre el Atlántico, África, el Índico y el Pacífico para impactar al norte de Hawai.

De momento, todo se retrasará un poco más en la larguísima carrera de fondo pensada por Elon Musk y su equipo. El objetivo de la empresa espacial es convertir al Starship en un sistema de transporte pensado muy a futuros "diseñado para llevar tanto a la tripulación como a la carga a la órbita terrestre, ayudar a la humanidad a regresar a la Luna y viajar a Marte y más allá", como explicó la compañía en la presentación del proyecto.

Para ello consta(ba) de unas dimensiones descomunales. Este cohete era no sólo el más potente, sino también el más grande jamás construido, con una altura de partida de 120 metros. Musk, no obstante, reveló recientemente que los planes a posteriori es llegar a construir una aeronave algo más grande, ampliando otros 10 metros sus medidas.