"Seguimos como estábamos"
El Gobierno volverá a la negociación discreta con Junts para evitar el caos en el Congreso. "La moción no está más cerca, las elecciones quizá sí", sugieren en Génova.

Se está convirtiendo en una costumbre que el Gobierno contenga la respiración cada vez que Carles Puigdemont toma la palabra. "Seguimos como estábamos", resumieron en Moncloa tras escucharle. Es verdad que el dirigente fugado dio por suspendidas las negociaciones con Pedro Sánchez, pero también que emplazó a un nuevo encuentro en Suiza. Traducido: "La sangre no llegó al río", según fuentes del Ejecutivo de coalición.
Lo que ha conseguido el presidente es tiempo. La Mesa del Congreso de los Diputados decidió congelar su decisión sobre tramitar o no la iniciativa de Junts que le insta a someterse a una cuestión de confianza.
Fuentes parlamentarias admiten que, en un "contexto normal", una proposición no de ley como esa —más aún tras los informes jurídicos— habría sido aceptada hace tiempo sin más contratiempos. Pero La Moncloa no quiere arriesgarse a perder una votación tan simbólica aunque sin efectos prácticos. Y decidió dar una patada al balón hacia delante.
Hecha la pirueta en la Cámara Baja, el Gobierno estaba a expensas de saber si a Puigdemont le bastaba. Y el líder fugado amagó con la ruptura pero sin consumarla. Suficiente a ojos del Gobierno para resoplar algo más tranquilo y volver a la negociación discreta. De hecho, antes de que Puigdemont compareciera ante los medios, esos canales de comunicación ya se multiplicaron al más alto nivel, aunque sin llegar al presidente del Gobierno.
Así, el Gobierno resiste un día más, una semana más, aunque sin capacidad de otorgar a la legislatura un mínimo de estabilidad política. De hecho, fuentes del Ministerio de Hacienda retrasan de nuevo la presentación de los Presupuestos Generales del Estado a un momento más propicio, si es que llega, tras el invierno. Y dejando claro, incluso públicamente a través de María Jesús Montero, que no pasaría nada malo en caso de prórroga de las cuentas públicas.
En este contexto, desde el ala de Sumar apremian a sus socios socialistas a tomar medidas de calado, por ejemplo en relación a la reducción de la jornada laboral. "No se avanza viviendo de las rentas, sino caminando, legislando", enfatizó la vicepresidenta Yolanda Díaz, rodeada de los ministros y compañeros de sus signo político. Así lo exponen fuentes de su equipo a El HuffPost: "Aquí hay que tomar decisiones, gobernar… no se puede estar en Moncloa por estar".
En Ferraz, por el contrario, cada vez deslizan más claramente sus críticas a Díaz, más aún tras el choque público con Carlos Cuerpo, el ministro de Economía. "Todo esto se debe a una única cosa, su bajón en las encuestas", en palabras de un alto cargo socialista.
"La moción no está más cerca"
Para el PP, el enésimo choque entre el Ejecutivo y Puigdemont deja en evidencia que el presidente "hoy no tiene asegurada una mayoría" en las Cortes Generales. Y recuerdan que la próxima semana hay votaciones importantes en el Congreso, cuando Junts quedará retratado. "Estamos ante un Gobierno que nació de un gran error y va tocando a su fin", auguró el viernes Cuca Gamarra, que reclamó una vez más elecciones anticipadas.
En Génova también estuvieron muy pendientes de lo que dijo Puigdemont. Y para los de Alberto Núñez Feijóo también tuvo un recado, toda vez rechazó la posibilidad de apoyar una moción de censura en la que Vox esté implicado. "La moción no está más cerca; las elecciones quizás sí", resumieron en el entorno del líder de la oposición, que en los últimos días multiplicó sus mensajes públicos dirigidos a Junts.
"Si hay posibilidad real de que una moción de censura prospere, la presentaremos", llegó a declarar Feijóo. "Pero no la hay, los números no dan", reconocen a renglón seguido en privado. Otra cosa es que en el Congreso se haya abierto la veda para llegar a acuerdos en materias concretas. Sobre vivienda, ambos partidos no descartan el entendimiento, como tampoco en materia energética. En este sentido, los populares preparan una ley contra el apagón nuclear con la que podrían volver a unir a Junts y a los de Santiago Abascal.
En el fondo, hay una idea en la que populares y socialistas coinciden desde hace bastante tiempo, aunque la formulen de forma distinta. "Hoy por hoy, a Puigdemont le viene mejor que Sánchez sea el presidente del Gobierno que Feijóo", en palabras de un diputado del PP, que ve imposible que su jefe de filas pueda acceder ni a la mitad de lo que cede Sánchez. "Hoy por hoy".