Europa es conocida por ofrecer una amplia variedad de destinos vacacionales, pero no todos los lugares cumplen con las expectativas idílicas de las postales. Uno de los destinos que se menciona con frecuencia como decepcionante es Benidorm, en la costa entre Alicante y Valencia, calificado por algunos como "el peor destino turístico de Europa", señalan el medio danés Nyheder 24 y el holandés Clint. 

Benidorm fue en sus orígenes un tranquilo pueblo de pescadores hasta que, a mediados del siglo XX, sufrió una transformación radical y se convirtió en la capital europea de la fiesta. Actualmente, esta ciudad es famosa por sus edificios de gran altura, bares interminables y una vida nocturna que no conoce descanso.

Para muchos, recorrer sus calles es adentrarse en una jungla de cemento, donde la cultura española queda reducida a tiendas de recuerdos y "desayunos ingleses". Los turistas británicos y holandeses disfrutan del alcohol barato y las noches de karaoke.

Para otros, en cambio, es una ciudad carente de encanto. Aunque algunas zonas han sido renovadas, los apartamentos y hoteles deteriorados no mejoran la experiencia. Las playas, a menudo abarrotadas, complican aún más la hazaña de encontrar tranquilidad.

En definitiva, todo depende de lo que busque cada turista. "Si sueñas con sol, bebidas baratas y sin sorpresas imprevistas, Benidorm puede ser absolutamente perfecto. El clima es bueno, las playas limpias y todo está hecho a medida para los turistas en busca de placer fácil", señala Nyheder 24.

"Para aquellos que buscan cultura, autenticidad y la verdadera España, Benidorm puede sentirse rápidamente como un telón de fondo de cemento y festividades sin profundidad", añade.

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