Valldemossa ha dado un paso firme para poner orden en el caos del aparcamiento, sobre todo en plena temporada alta. El Ajuntament ha reservado el uso del párking de la avenida de Palma solo para residentes. El recinto ya existía, pero hasta ahora aparcaba cualquiera. Desde hace unos días, una barrera automática y un lector de matrículas impiden el acceso a quien no tenga la tarjeta Acire. La medida supone un giro de timón en la política de movilidad del municipio y busca priorizar por fin a los vecinos frente al aluvión turístico.

El alcalde, Nadal Torres, confirmó la entrada en funcionamiento del sistema y explicó que los técnicos remataban aún el cableado en el momento de activarlo. “Se podrá en marcha de inmediato”, aseguró entonces. El aparcamiento cuenta con dos accesos diferenciados —uno para entrar y otro para salir— y suma un total de 105 plazas. “Con ello, queremos dar prioridad al aparcamiento de los vecinos”, remató el regidor, según recoge el diario Última Hora, que adelantó la noticia.

El otro párking seguirá abierto para todo el mundo

La solución llegó tras semanas de quejas por parte de los residentes, sobre todo después de que el equipo de gobierno decidiera ampliar la zona de estacionamiento ORA en una parte del pueblo. La medida fue bien recibida por algunos, pero también encendió los ánimos de otros, que denunciaron la falta de máquinas para pagar los tickets. Las colas para sacar el resguardo dejaron una imagen poco atractiva para los visitantes.

El aparcamiento exclusivo para vecinos no afecta al otro párking del municipio, que se mantiene abierto sin restricciones. Aun así, el consistorio insiste en que esta reorganización busca mejorar la convivencia entre residentes y turistas en uno de los pueblos más visitados de Baleares. “Las máquinas están a punto de llegar”, tranquilizó el alcalde ante las críticas por la lentitud en la instalación de los expendedores.