Hay un lugar único en España en el que todavía se celebran exorcismos y ritos ancestrales para expulsar posesiones demoniacas, pero también para protegerse contra el mal de ojo, según informó La Vanguardia.

Muchos peregrinos se desplazan cada año hasta un santuario que despierta interés y llama la atención de los más curiosos a partes iguales. De hecho, muchos de ellos muestran un gran respeto al visitarlo. 

Se trata del santuario de Nuestra Señora de Corpiño, en el Valle de Aldeza, cerca de Lalín. Un espacio al que acuden muchos peregrinos durante los días, 23 y 24 de junio, para pedir ayuda a la Virgen contra el mal de ojo u otras enfermedades.

Según informó el perfil de TikTok, @espanafascinante, se trata de un lugar que sigue despertando la curiosidad de muchos. "Todo empezó en el siglo XVIII. En esa época vivía en aquel monte un ermitaño con fama de santo. Sentía una gran devoción por la Virgen, pero cuando el ermitaño murió, su cuerpo, incorrecto, se albergó durante muchísimo tiempo en una sencilla capilla y la gente empezó a ir a visitarle", explicó.

La tradición respecto a los exorcismos, según detalló La Vanguardia, se remonta a principios del siglo XX, cuando el padre Ulloa jugó un importante papel en estos acontecimientos.

Otro padre, José Donsión, decidió abrir las puertas del santuario para que los medios de comunicación captaran y documentaran estas prácticas. El párroco los ponía en fila, los bendecía con la cruz y agua bendita. Los casos más graves los acababa derivando al médico.