La Iglesia Católica y 1.400 millones de católicos tienen nuevo papa. El hasta ahora cardenal Robert Francis Prevost ha sido elegido como Sumo Pontífice, un pontificado para el que ha optado por el nombre de León XIV.

Tras confirmarse la noticia, el religioso estadounidense, que cuenta con doble nacionalidad peruana y orígenes españoles por su vía materna, se ha presentado al mundo desde el balcón de la Basílica de San Pedro. 

Sus primeras palabras, emocionadas y con algún guiño en español, han sido un llamamiento a la unidad, a la paz y un recuerdo constante a su predecesor, el papa Francisco, de quien se le considera continuista. Un mensaje recibido con júbilo y no menos emoción por los fieles que abarrotaban la plaza vaticana.

León XIV ha dado lo que parecen pistas de su incipiente pontificado con referencias a una Iglesia "abierta" a quien la busque, misionera y especialmente una Iglesia "sinodal", un término relativamente moderno que ha centralizado el sentir de su discurso y que es criticado por los sectores más conservadores.

Para entender qué representa la palabra Sínodo hay que retrotraerse al papado de Pablo VI y al año 1965, cuando el entonces Santo Padre creo el Sínodo de los Obispos, insipirado por el reciente Concilio Vaticano II. Una asamblea de los obispos junto al papa para avanzar en la acción de la Iglesia, en línea con el sentido etimológico de los términos griegos syn y hodos (juntos y camino).

Pero las palabras de León XIV buscan un enfoque mayor que el puro órgano de gobierno eclesiástico y se entroncan, también en esto, con el mensaje de Francisco, que defendía una institución "abierta a todos, sin burocracia, ni formalismos".

"Quiero agradecer también a todos los hermanos cardenales que me han elegido para ser Sucesor de Pedro y caminar junto a ustedes, como una Iglesia unida [...] Queremos ser una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una Iglesia que busca siempre la paz, que busca siempre la caridad [...] Todos podemos caminar juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado. Debemos buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes", ha apuntado en diversos momentos León XIV como tarjeta de presentación al mundo.