Con el verano a la vuelta de la esquina, son muchos y muchas los y las que están preparando sus jardines para disfrutar de este buen tiempo. Según lo van aclimatando, desempolvando las hamacas y demás, pueden encontrarse con algún que otro animalillo que ha podido encontrar en ese jardín su particular refugio.

Por ello, en primavera es ya común ver agujeros en el jardín, sobre todo porque esta estación marca el despertar de ciertos animales tras el invierno. Topos, ratones de campo, topillos e incluso ciertos insectos como las abejas y las avispas excavadoras excavan galerías subterráneas o nidos para alimentarse o reproducirse. 

Sin embargo, las serpientes presentan una particularidad, ya que no cavan estos agujeros por sí mismas debido a su falta de adaptaciones físicas. Sin embargo, pueden ocuparlos para esconderse, descansar o protegerse, según ha informado el medio Planet.fr. 

"Las serpientes no suelen cavar sus propias madrigueras. En cambio, reutilizan las que dejan otros animales, como roedores o ciertos insectos grandes", ha explicado el experto en fauna silvestre Andrew Christopher, según el medio francés. 

Cómo identificar si se trata de una serpiente

Para identificar un agujero que pueda ser un refugio para serpientes, hay que buscar cavidades de diferentes tamaños, a menudo del tamaño de una moneda o un poco más grandes. Estas entradas suelen estar cerca de piedras, pilas de leña o cerca de arbustos densos. 

Además, alrededor del agujero se puede observar señales reveladoras: escamas de piel dejadas durante la muda, huellas serpenteantes en la hierba o la tierra, o incluso excrementos específicos, oscuros con la punta blanca, según ha explicado el mismo medio. Eso sí, como precaución, es recomendable usar siempre guantes antes de acercarse a un agujero sospechoso.

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