Un lote de 14 de los cazas más temidos cae en manos de Ucrania
Las aeronaves fueron creadas para destruir a los rusos.
Suecia mueve ficha para suministrar de hasta 14 Saab JAS 39 Gripen a Ucrania. De hecho, el Gobierno sueco retirará 45 de las 105 aeronaves que posee para acomodarla a sus nuevas versiones como parte del rearme ante la "amenaza imperialista" de Vladímir Putin. Estos cazas fueron construidos precisamente para destruir a las naves rusas.
Según publica el diario El Confidencial, este caza "está optimizado para operar en entornos de combate como el ucraniano". "A diferencia del F-16 norteamericano, no requiere pistas de aterrizaje en perfectas condiciones ni infraestructuras de mantenimiento". Unas características de alto valor para Kiev.
De acuerdo a la información difundida, "como el resto de naves diseñadas por Estocolmo, el JAS 39 Gripen fue diseñado para superar a los rusos, con un coste de operación significativamente menor que el de sus equivalentes occidentales". De hecho, según el Royal United Services Institute (RUSI), esta aeronave cuesta 5.800 dólares por hora de vuelo (5.500 euros), mientras que la versión estadounidense cuesta 8.700 (8.300 euros) y la francesa 13.600 (12.900 euros).
En cuento a su diseño, está centrado en la flexibilidad y resistencia operativa ante el ataque ruso. "Desde la Guerra Fría, la Fuerza Aérea Sueca ha desarrollado aeronaves capaces de operar en condiciones extremas, con un mantenimiento mínimo y la capacidad de dispersarse en bases improvisadas". "El Gripem no sólo se adapta mejor a las condiciones operativas de Ucrania, sino que también permite una mayor sostenibilidad logística".
Además, tal como explicita el digital, "está equipado con sistemas de guerra electrónica avanzados diseñados para neutralizar radares y sistemas de misiles rusos". Por ello, "es compatible con el armamento de la OTAN, incluyendo misiles de largo alcance como el Meteor, lo que le permite enfrentar con eficacia a los cazas rusos fabricados por Sukhoi y Mikoyan".
Suecia "no ha ocultado su apoyo a Kiev". "Sabe que su derrota supondría carta blanca, que Putin hiciera lo mismo con Estonia, Letonia y Lituania", concluye la publicación. El país se ha mantenido "neutral" hasta el "expansionismo de Putin en Ucrania".
