Una anciana francesa, de nombre Huguette (99 años), ha sido la gran protagonista de los últimos tiempos en su localidad Argentières. Y lo ha sido debido a la donación que de miles de euros que ha dejado en herencia a su pueblo, de 350 habitantes. Según medios locales, la nonagenaria llamó al alcalde para comunicarle que quería dejar al pueblo su dinero en efectivo y una casa que tiene en Porte des Lilas (París), valorada en unos 500.000 euros.

Esta cifra es casi el doble del presupuesto anual de la localidad (270.000 euros). Esto dejó helados a todos los habitantes del municipio, quienes mostraron gran incredulidad ante el anuncio. El segundo teniente de alcalde, Loïc Pora afirmó relató que "al final de cada año nos quedan 30.000 euros para gastar en obras y ahora nos caen del cielo 500.000 euros ".

Pero la donación está sujeta a una promesa que deberán cumplir durante las próximas cinco décadas en el municipio. Y esta no es otra que la de montar un espacio cultural en la vivienda de Huguette, que está vacía ya que ella vive en una residencia. Esta petición tiene como objetivo honrar la memoria y el recuerdo de su hijo, que falleció en 2022, y que era un gran apasionado de la cultura y la música clásica.

Según Loïc Pora, "el documento notarial estipula que no debemos hacer nada más que actividades culturales durante 50 años". La primera pregunta que se hicieron las autoridades del municipio fue cómo iban a ser capaces de gestionar una estructura así en un municipio tan pequeño.

Para dar respuesta a esto, la autoridad intermunicipal les aconsejó "construir una biblioteca, pero en nuestro caso son más bien los taller los que funcionan", declaró el segundo edil.

Actualmente, y dos años después de la donación, todos los habitantes del municipio quieren mostrarle a Huguette cómo ha quedado el centro cultural, llamado como su hijo, Cocoual-Hervé. La casa cuenta con 80 metros cuadrados, que decidieron dividirlos en una sala de 30 metros y otra de entre 40 y 50 que adosarán a la casa.

Además, han asegurado que será accesible para personas con movilidad reducida, aunque apuntan a que la casa necesita reformas y obras. De hecho, apunta que "se estimó que se necesitarían 350.000 euros para la destrucción y la reconstrucción de la sala".

Durante los primeros días de abril lograron reunir a 80 personas, y continúan llevando a cabo talleres, así como actividades como la de aprender a identificar las estrellas o talleres de pintura. Con todo, necesitarán ayudarse de subvenciones para poder comprar una propiedad en el pueblo y alquilarla.

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