Turrón y abrigos en los escaparates... y 30 grados en la calle: las claves de la anomalía meteorológica

Turrón y abrigos en los escaparates... y 30 grados en la calle: las claves de la anomalía meteorológica

Varios expertos analizan las causas y las consecuencias de las altas temperaturas inusuales para la época del año.

Una mujer pasea en un día de calor de octubre y mira a un escaparate con abrigosAFP via Getty Images

El turrón y los polvorones ya asoman en los estantes de los supermercados y las tiendas exhiben la nueva colección con abrigos y bufandas en los escaparates. Estos, que son los elementos más claros del cambio de estación y de la llegada del frío, se exhiben cuando España rompe récords por altas temperaturas y supera los 30 grados en algunas zonas en pleno otoño. 

En lo que llevamos de 2023 se han registrado al menos 30 récords de días cálidos y ninguno de día frío. Desde el pasado 29 de septiembre y hasta el 8 de octubre, todos los días han sido récord de día cálido en el conjunto de España para esta época del año, es decir 10 jornadas consecutivas de mucho calor, sin precedentes desde, al menos, 1970. 

Pero, ¿qué está pasando exactamente? Tres expertos meteorólogos analizan para El HuffPost las causas de estas temperaturas y las consecuencias que ya se están sintiendo, y las que vendrán. Y avisan: "el calor ha venido para quedarse". 

Un octubre "extremadamente cálido" 

"Por el momento, lo que llevamos de octubre está siendo extremadamente cálido", asegura Mar Gómez, meteoróloga de eltiempo.es. Así, explica que entre los días 1 y 6 de octubre la temperatura media ha superado el valor máximo registrado en el mismo día para cualquier año del período entre 1991 y 2022. "O sea, que estamos teniendo un arranque de octubre bastante excepcional y septiembre también ha sido un mes muy cálido con unas temperaturas muy por encima de la media para esta época del año", remarca.

Este octubre, "que normalmente solía ser un mes bastante otoñal, estamos viviendo temperaturas por encima de lo normal, todo provocado por una dorsal que hemos tenido muy estancada en nuestro país", cuenta. Y resalta que ésta empezará a moverse a finales de esta semana, que es cuando se producirá un cambio de tiempo.

Sin embargo, según las previsiones que tienen para el resto de la estación, será un otoño más cálido de lo normal en toda España, sobre todo en zonas del nordeste, Cantábrico oriental, Aragón, Navarra, La Rioja, Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana y este de Castilla y León. "En esas zonas las anomalías térmicas pueden estar más por encima de lo normal", destaca.

"En verano hace calor sí, eso lo sabemos todos. En España siempre ha hecho calor en verano. Pero no tanto calor, esa es la clave", apunta Rubén Del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). "Empezamos encadenando veranos muy calurosos los últimos años y este año en concreto se han batido récords en verano, efectivamente, y fuera de él", pero no solo en octubre, el mes de abril "también fue muy anómalo y se alcanzaron temperaturas de casi 39 grados en Córdoba", agrega. 

Mientras, José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored, resalta que cuando termina el verano y empieza el otoño es normal que haya periodos en los que las temperaturas vuelvan a subir, "pero esto que hemos vivido en algunas zonas de España es algo diferente". "Es un episodio muy prolongado en el tiempo en el que se van encadenando las anomalías de temperatura batiendo récords durante varios días seguidos y prácticamente en todo el país y no teníamos constancia de que anteriormente hubiera ocurrido algo así. Sí que ha podido haber algún mes de octubre con algunos días muy calurosos, pero no esto que estamos viendo", asegura. 

El cambio climático, el culpable detrás de todo

Del Campo destaca que se han producido situaciones meteorológicas que favorecen los episodios de altas temperaturas, un punto en el que todos están de acuerdo. Así como en señalar al culpable que está detrás de todo: el calentamiento de la atmósfera como consecuencia del cambio climático.

Desde primavera están confluyendo muchos factores que podrían explicar las temperaturas récords, aunque hasta que se realice un estudio en profundidad son solo especulaciones, según destaca Viñas. "Por un lado, desde hace meses estamos teniendo unas anomalías cálidas en el agua del Atlántico muy destacadas, con temperaturas en algunas zonas varios grados por encima de lo normal, incluso en algunas zonas se han llegado a disparar hasta seis o siete grados, y eso se ha mantenido en el tiempo", explica el experto de Meteored.

A esto se suma el fenómeno de El Niño —que comenzó en primavera y se ha identificado durante el verano y ya está generando una cantidad muy importante de calor que está llegando a la atmósfera.—  y, por último, la disminución, "muy llamativa", en la cantidad de hielo flotante que rodea la Antártida. Viñas remarca que "la combinación de estos tres factores son los que al final están dando como resultado esta situación tan persistente y tan anómala en cuanto a la temperaturas. Pero no se sabe aún en detalle cuál de los factores está actuando más", y no se sabrá hasta que se realice un estudio en profundidad.

Aunque los tres están de acuerdo en que el problema principal de fondo es el calentamiento global. "Todos estos récords, que estamos observando, tanto en primavera, verano y ahora en otoño, son mucho más probables por el efecto del cambio climático, del calentamiento global, las temperaturas medias son cada vez más altas y los extremos de temperatura cálida se disparan. Se disparan en número y se disparan en intensidad", apunta el portavoz de la AEMET. 

Veranos más largos y con episodios más intensos

"Sí podemos hablar de que el cambio climático está afectando y dejando veranos mucho más largos, que está repercutiendo en estos meses del año que habitualmente lo que solíamos tener es un tránsito más de borrascas, de sistemas frontales, cambios de tiempo más importantes", remacha Gómez. La meteoróloga señala que lo que estamos viendo representa el alargamiento del verano, que —según explica— dura ya cinco semanas más que en los años 80. Además, al alargarse se come parte de las otras estaciones, de la primavera y del otoño en este caso. 

España, por su situación geográfica, es además un país más sensible a estos cambios. ¿Qué nos podemos encontrar? Los tres expertos coinciden en que en los próximos años los veranos serán más cálidos, con más horas de calor y con más calor fuera de temporada. "Y esto va a ir a más", destaca Del Campo. 

"Vamos a un país más cálido en verano, por supuesto con episodios extremos, pero con más temperatura el resto del año", añade.  Y no solo esto, con respecto a las lluvias, aunque destaca que es más difícil de pronosticar, es probable que los periodos de sequía sean más largos también en España. "Sequías más largas, quizás más intensas e interrumpidas por periodos de lluvias también más intensos", reseña

A lo largo de todo un año quizás llueva lo mismo, más o menos, o un poco menos de lo que llueve ahora, pero la forma de llover será diferente, más concentrada en menos días y con sequías más largas. "Es una forma de llover peor, porque no ayuda a mantener la vegetación ni la reserva hídrica se recuperar igual. Eso es un poco lo que nos espera: un país más cálido y probablemente con menos recursos hídricos", resume Del Campo. 

"Un camino largo y muy difícil"

"Vamos tarde". Así de rotundo responde Viñas al preguntarle si nos los países se están adaptando a estos cambios. Las políticas gubernamentales se mueven en dos direcciones: "Fomentar la mitigación —evitar que sigamos emitiendo gases de efecto invernadero, que es lo que sigue acentuando o intensificando el calentamiento— e invirtiendo cada vez más recursos en esas medida de adaptación". 

"Cada uno podemos adoptar cambios de hábito, pero al final tiene que venir de los de arriba y toda la normativa que dicte la forma de comportarse para evitar que la población de riesgo tenga problemas. También planificar la movilidad, el consumo de energía, la gestión del agua y muchas cosas fundamentales que tienen que adaptarse necesariamente", afirma. 

Sin embargo, asegura que considera que "vamos tarde. Esto se tenía que haber empezado a mover hace bastante". Aunque matiza que "no se puede decir que no se hayan hecho cosas y que no se estén haciendo. Sí hay un auge de las energías renovables, hay una tendencia, al menos en algunos países, no en todo el mundo que es el problema, a reducir el consumo de carbón. Pero queda un camino largo y muy difícil, porque al final las medidas que se tienen que adoptar tienen que tener un carácter global", apunta. 

"No vale que solo algunos países lleven a cabo los cambios, esto tiene que ocurrir en todo el mundo y ahí es donde las negociaciones en las cumbres del clima se atascan", resalta. 

Las temperaturas, "hagamos lo que hagamos ya ahora, van a seguir subiendo, eso por desgracia va a continuar, porque los gases de efecto invernadero se han acumulado y las temperaturas van a seguir subiendo aunque mañana mismo dejásemos de emitir del todo, cosa que no va a suceder", agrega el portavoz de la AMET.

Del Campo, sin embargo, matiza que a pesar de esto no tenemos que ser pesimistas: "En función de lo que emitamos podremos ser capaces de no sobrepasar la barrera de seguridad del grado y medio, si nos quedamos por debajo de la subida de temperatura de un grado y medio por encima de los niveles preindustriales, seremos capaces de evitar los efectos más adversos del cambio climático, habrá efectos adversos, pero no tanto". 

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Ana Roca es redactora en 'El HuffPost'. Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III, ha trabajado en la Agencia EFE y en el diario El País, donde se formó en la Escuela del periódico. Puedes contactar con ella en ana.roca@huffpost.es.