Esto es lo que te puede pasar si no guardas la declaración de la Renta de este año

Esto es lo que te puede pasar si no guardas la declaración de la Renta de este año

Es importante guardar cada declaración de la Renta durante una serie de años para evitar posibles sorpresas desagradables por parte de Hacienda.

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Hombre sorprendido por la multa que le acaba de llegarGetty Images

¿Cuánto tiempo hay que conservar la declaración de la Renta, en este caso, la de 2023, una vez arranque la campaña el próximo miércoles 3 de abril? ¿Qué ocurre si no se hace? ¿Es realmente útil o necesario hacerlo?, son preguntas que en algún momento de nuestra vida nos hemos hecho o nos haremos. A continuación, respondemos a estas preguntas, fundamentales, esenciales y muy relevantes para evitar sorpresas desagradables en el futuro.

Por qué es crucial que guardes tus declaraciones de la Renta

El portal especializado en asesoramiento fiscal y laboral 'TaxDown' explica que es crucial conservar la declaración de la renta un mínimo de cuatro años. Y es que, de manera habitual, Hacienda dispone de 4 años para verificar y revisar todos los importes de la declaración. Por lo tanto, se podría indicar que la declaración de la renta caduca a los cuatro años desde la conclusión del plazo de presentación voluntaria. Lo que se denomina como prescripción.

Es crucial que todo esto se realice siempre y cuando no se haya interrumpido el proceso, se hayan efectuado correcciones, declaraciones adicionales, etc. Porque, ¿qué ocurre en tales casos? Que se interrumpe la prescripción y se inicia nuevamente el período de cuatro años desde la última modificación. Por lo tanto, Hacienda reiniciaría el contador y tendría otros cuatro años para examinar.

Por consiguiente, esto podría volverse un ciclo sin fin y requerirte en cualquier momento para asegurar que todo esté en orden. Sin embargo, existen casos excepcionales en los que el período de prescripción es más largo. Algunos de estos casos son:

  • Escrituras de compra de bienes inmuebles junto con sus facturas e impuestos.
  • Depreciación de mobiliario de viviendas o locales alquilados.
  • Compensación de pérdidas y rendimientos negativos que deben aplicarse en ejercicios posteriores.
  • Deducción por la adquisición de una vivienda.
  • Todas las facturas relacionadas con la actividad de los trabajadores autónomos.
  • Reinversión en rentas para personas mayores de 65 años.

Sin embargo, es crucial repasar algunos aspectos para asegurarse de que nuestra declaración del próximo año incluya todas las deducciones a las que tenemos derecho. Un punto clave, a veces olvidado, es que si Hacienda lo requiere, debemos justificar que podemos aplicar las deducciones que hemos recibido, lo que nos permite ahorrar dinero pagando menos o recibir más reembolsos.

En la mayoría de los casos, no es necesario enviar la justificación al presentar la declaración de la renta, pero Hacienda puede requerirla en cualquier momento para demostrar que estamos en la situación que hemos declarado.

A menudo, los requerimientos de Hacienda son recibidos con temor e incertidumbre por parte de los contribuyentes. Sin embargo, que la Agencia Tributaria solicite información no implica nada negativo, simplemente hay que seguir estos consejos y tener la información archivada y disponible.

En caso de ser requeridos y no tener la documentación necesaria para proporcionarla, la ley establece sanciones que pueden oscilar entre los 150€ y los 6.000€.

Otros documentos que deberías guardar

Es imprescindible conservar la declaración de la renta en sí, pero también es aconsejable tener a mano los siguientes documentos:

  • Certificados diversos: bancarios, de retenciones del trabajo, donaciones, de aseguradoras, de retenciones de IRPF, etc.
  • Escrituras y gastos relacionados con la compra de un inmueble.
  • Rendimientos de inversiones.
  • Justificación de pérdidas.
  • Contratos: de arrendamiento, de productos bancarios, etc.
  • Facturas que hayan generado derechos a ayudas o subvenciones.
  • Extractos bancarios.

En resumen, es necesario conservar todos los justificantes que confirmen la veracidad de los datos declarados, para poder aplicar correctamente todas las deducciones y beneficios fiscales.

También debemos conservar los tickets o recibos de compra, recibos de pagos, facturas, etc. Además, es importante tener registrados los pagos con tarjeta o transferencias de gastos como escolaridad, reformas en la vivienda, alquileres, etc. Así como los justificantes de las donaciones realizadas durante el año.