Cristina Pardo se entera de lo que hace Carlos III al salir de la ducha y no da crédito: "Una guarrada"

Cristina Pardo se entera de lo que hace Carlos III al salir de la ducha y no da crédito: "Una guarrada"

El nuevo monarca británico tiene bastantes manías.

La llegada de Carlos III al trono de Inglaterra tras la muerte de Isabel II está generando contenido a raudales en los medios de comunicación. A las salidas de tono del nuevo monarca en público, siempre con algo relacionado con las estilográficas, se suman una larga lista de excentricidades que han dejado muerta de risa a Cristina Pardo en Más Vale Tarde.

La escritora Ana Polo ha entrado en directo y ha contado algunas de estas manías que tiene Carlos III: desde que le planchen los cordones algo que, dice, es común en otras monarquías, a dormir, pase lo que pase, con las ventanas abiertas.

Ha revelado la experta que Isabel II tenía a parte de su séquito planchando una sábana durante una hora para que no tuviese ninguna arruga y que le gustaba el baño lleno a 18 centímetros y a 20 grados “con lo cual cada mañana la doncella tenía que ir con un termómetro especial a medírselo”.

Carlos III adquirió alguna de estas manías en el internado escocés “de una disciplina espartana” en el que pasó la infancia.  En ese colegio, que era una especie de barracones que había utilizado el ejército y donde también estudió su padre, adquirió la manía de dormir con las ventanas abiertas de par en par sin importar el tiempo que hiciese.

Pero sin duda, la manía que más ha llamado la atención de Cristina Pardo es la que tiene que ver con lo que hace al salir de la ducha Carlos III. Según el programa, cuando el monarca sale del baño debe de haber una toalla extendida encima de una silla y así no tiene que hacer mucho esfuerzo para secarse.

Esa manía, ha contado Polo, se debe a que en el internado lo primero que hacía por la mañana era ducharse con agua gélida: “Dicen que antes de sentarse en esa famosa toalla lo primero que hace es una ducha de agua helada seguida de un baño bien calentito”.

Después de despedir a la invitada, a Pardo le ha entrado la risa y no ha tenido reparos en valorar lo de la toalla de “guarrada”. Además, ha señalado que todas estas manías se pueden tener porque no se lo tiene que hacer él. “Si te lo hace otro todo fenomenal, que te planchen hasta el calcetín”, ha afirmado la presentadora.