El golpe del aceite de oliva aturde a Marruecos

El golpe del aceite de oliva aturde a Marruecos

Se desata la preocupación y el temor. 

Olivas en el mercado de Fez (Marruecos), en una imagen de archivo.Getty Images

El término con el que se está apodando al aceite de oliva en España, 'oro líquido', es perfectamente exportable a países vecinos donde la situación que atraviese el sector agroalimentario tampoco es como para echar cohetes. Según ha recogido el portal especializado Olimerca, la escalada de precios con el aceite de oliva ya ha desembarcado también al otro lado del Estrecho.

En este sentido, Marruecos también se asoma a la escalada de precios que padece nuestro país en un cultivo especialmente golpeado por el impacto de la sequía continuada y el estrés hídrico en los olivares que se prolonga por tercer año consecutivo, con nuevas consecuencias nefastas para la producción. 

Si se tiene en cuenta que la producción olivera en territorio magrebí está marcada por la aún mayor necesidad de agua, la realidad es que Marruecos también viene de sufrir los estragos de una ola de calor que llegó a subir el mercurio por encima de los 50 grados centígrados. A ello se sumó el seco viento del Sahara, el chergui.

La escalada de precios del aceite de oliva a la que se enfrenta Marruecos

De esta forma, y según los datos de Bladi.net, se estima que la escalada de precios en el aceite de oliva que se comercializa en Marruecos podrá llegar a los 9 euros el litro (100 dírhams). Es una subida sustancial, si se tiene en cuenta la realidad socioeconómica del país comparada con la española y que, hace solo un año, el precio del litro se movía entre los 6,8 y 7,2 euros el litro (75-80 dírhams).

Con esta estimación sobre la mesa, todavía hay dos factores que empeoran aún más las perspectivas de futuro. Al igual que en parte del sector español, ha surgido el temor de que se vincule y se convierta al aceite de oliva "en un producto destinado a clases medias o adineradas", al tiempo que creen que las necesidades de importación pueden contribuir a que entren "aceites adulterados", con los perjuicios sanitario y de calidad que pueden conllevar.