La 'trama de las joyas' por la que regalos oficiales acabaron en manos de Bolsonaro

La 'trama de las joyas' por la que regalos oficiales acabaron en manos de Bolsonaro

El expresidente ultraderechista de Brasil está siendo investigado por quedarse supuestamente con regalos (de diamantes a Patek Philippe) y su venta posterior.

Jair Bolsonaro, el pasado 30 de enero en el aeropuerto de Brasilia, tras volver al país desde Estados Unidos.Eraldo Peres / AP

El ultraderechista Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil, está siendo investigado ahora por la llamada trama de las joyas, un caso más que se suma a sus investigaciones sobre uso fraudulento de fondos públicos cuando estaba en el poder, por abusos electorales y por el intento de golpe de estado de enero pasado. 

Este viernes se ha sabido que un juez de la Corte Suprema de Brasil ha autorizado a la Policía levantar el secreto bancario y fiscal del antiguo mandatario, dentro del caso que investiga la apropiación y venta ilegal de un conjunto de joyas recibidas durante su mandato, entre 2019 y 2022. La decisión fue tomada por el magistrado Alexandre de Moraes y es extensible también a la esposa del exmandatario, Michelle Bolsonaro

¿Pero de qué estamos hablando? Lo que se intenta desentrañar es una trama en torno a una serie de joyas y objetos de gran valor que el líder ultraderechista, cuando aún gobernaba, recibió durante sus viajes al exterior a modo de regalos y que debió entregar al acervo del Estado al dejar el poder. Entre otras, hay tesoros recibidos de las autoridades de Arabia Saudí.

Según las investigaciones, Bolsonaro se quedó con varios de esos obsequios de lujo y, a través de intermediarios, vendió parte de los mismos en Estados Unidos, aunque más tarde algunos de sus colaboradores los recompraron cuando el Estado exigió su devolución.

El fallo de De Moraes responde a una petición de la Policía Federal, que quiere indagar en las cuentas de Bolsonaro y su esposa en busca de transacciones sospechosas y, en última instancia, saber si el dinero obtenido por la venta de esas joyas llegó hasta el exjefe de Estado, quien niega cualquier tipo de irregularidad.

El juez también dio luz verde para que la Policía Federal solicite a Estados Unidos el levantamiento del secreto bancario de los investigados que tengan cuentas en ese país.

En esas pesquisas puede tener un papel fundamental el antiguo edecán de Bolsonaro, el teniente coronel Mauro Cid, quien este jueves, a través de su abogado, anunció un cambio de estrategia en su defensa y adelantó que apuntará directamente al exgobernante como principal responsable de la trama.

El abogado Cezar Bitencourt afirmó a medios locales que su cliente confesará a la Policía que vendió en Estados Unidos las joyas recibidas por Bolsonaro en diversos viajes oficiales, que transfirió el dinero a Brasil y que se lo entregó en efectivo al líder ultraderechista.

El letrado dijo a la revista Veja que Cid asumirá los hechos, pero alegará que cumplió "órdenes directas del entonces presidente de la República, quien sería el líder" de la trama de las joyas. Esas órdenes incluían vender las joyas que recibió en el extranjero como regalos y enviarle el dinero obtenido, de acuerdo con Bitencourt, quien cita que, por ejemplo, por la venta de dos relojes de lujo, un Rolex y un Patek Philippe, obtuvieron "68.000 dólares".

Suma y sigue

Su confesión puede complicar aún más la ya delicada situación jurídica de Bolsonaro, investigado en varias causas civiles y penales, entre ellas por la asonada golpista del 8 de enero, cuando miles de sus simpatizantes invadieron las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en un intento por derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Todo ello coincide además con el testimonio dado por un hacker en un comisión parlamentaria y que también aumentó las sospechas en torno al capitán retirado del Ejército, a quien acusó de buscar sus servicios para intentar invadir los sistemas electrónicos de votación.

Walter Delgatti, conocido por pinchar teléfonos de autoridades y otros delitos, dijo ante una comisión parlamentaria, que investiga la asonada del 8 de enero, que Bolsonaro le pidió invadir las redes de la Justicia electoral y hasta le prometió un indulto en caso de que tuviera problemas con la Justicia.