Carmen Valero: atleta en bombachos, campeona en igualdad

Carmen Valero: atleta en bombachos, campeona en igualdad

"Carmen fue la primera en casi todo lo que hizo en unos tiempos en los que las mujeres deportistas en nuestro país lo tenían francamente difícil".

Carmen Valero, en el centro con el dorsal 135, en el Mundial de Cross de Dusseldorf en 1977Marvin E. Newman vía Getty Images

Cuando era niña, Carmen Valero, corría con un cascabel atado al tobillo para que sus padres supieran por dónde trotaba.

Carmen tenía entonces ocho años y era la niña que se convertiría en una mujer extraordinaria, siempre volando sobre sus pies.

De su Aragón natal sacó su tenacidad, resistencia y abnegación para el esfuerzo. Pronto emigró a Cataluña, y allí se forjó como la mejor atleta española del siglo XX.

Fue una verdadera pionera que abrió caminos, no sin esfuerzos, a tantas y tantas atletas que vinieron después. Carmen fue la primera en casi todo lo que hizo en unos tiempos en los que las mujeres deportistas en nuestro país lo tenían francamente difícil.

Ella contó alguna vez cómo, al principio, tenía que salir a correr con bombachos para evitar todo tipo de críticas por enseñar mucho las piernas. Lo tenía todo en contra: cuando volvió a competir tras tener a su hija, le pusieron todo tipo de pegas dándola ya por descartada por el hecho de haber sido madre. Fue aquí cuando se convirtió en una madre campeona del mundo.

Carmen Valero obtuvo victorias y títulos que ninguna española había alcanzado antes. Se convirtió en la primera atleta olímpica, campeona nacional imbatible en varias especialidades y una figura internacional de primer nivel, como reflejaron sus dos títulos mundiales de cross.

Sus victorias en los Mundiales de 1976 y 1977 no fueron solo triunfos personales. De hecho, marcaron el inicio de una nueva era para nuestro atletismo. Ella nos hizo creer que a pesar de las dificultades, todo era posible.

Carmen murió hace unos meses y desde ayer, su historia y legado dan nombre a las pistas de atletismo del Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Por eso, este 8 de marzo me parece necesario volver a recordarla.

Ella fue la primera, pero después llegaron Maite Zúñiga, María Vasco o Ruth Beitia. Y siguen llegando: Ana Peleteiro, Fátima Diame o María Vicente.

Junto a ellas, muchas otras deportistas que están siendo referentes reales y que a las puertas de los Juegos Olímpicos de París nos están dando ya magníficas noticias. Las selecciones de fútbol, hockey, waterpolo, baloncesto o balonmano. Carolina Marín, María Corbera, Lucía Martín-Portugués, Naia Laso, Nadia Erostarbe, Nora Brugman, Janire González… Este verano disfrutaremos de su capacidad y trabajo y, créanme, España va a escribir un capítulo glorioso de su deporte en estos Juegos gracias a todas ellas. Es su momento.

El deporte es una vez más una vía por la que seguir avanzando, un espacio lleno de referentes para muchas mujeres, que permitirá seguir rompiendo techos y haciendo de la igualdad un objetivo cada vez más próximo. Y que nadie dude del compromiso firme de este Gobierno para hacerlo realidad.

Gracias, Carmen.

Pilar Alegría es ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, y portavoz del Gobierno.

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Ministra de Educación y Formación Profesional.