¡Larga vida a Feijóo!

¡Larga vida a Feijóo!

El presunto fin de ciclo que querían instaurar en la mentalidad colectiva ya no se sostiene ni con la propaganda cotidiana que masivamente nos venden en sus medios de comunicación.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en un acto este jueves,Getty Images

Cuando fue elegido presidente del PP, daba la sensación que Alberto Núñez Feijóo tenía todo el viento a favor y su llegada a la Moncloa era cuestión de esperar unos meses e ir haciendo el paseíllo hasta el despacho presidencial. Con el paso del tiempo, la presunta moderación fue desapareciendo y la presunta solvencia se demostró inexistente.

Los españoles que prefieren a Feijóo como presidente no dejan de descender, hasta el punto que un conocido diario con una línea editorial cercana a la derecha publicaba este fin de semana una encuesta en la que Pedro Sánchez ganaba las elecciones y aparecía como el favorito por los españoles para ser presidente. Cada vez cuesta más encontrar encuestas en las que el PP y VOX sumen esas holgadas mayorías que veíamos, probablemente hinchadas, en los medios afines a la derecha. En definitiva, cada semana que pasa Feijóo se aleja de su ansiada presidencia y el gobierno ultra se convierte en una idea cada día más inverosímil.

El presunto fin de ciclo que querían instaurar en la mentalidad colectiva ya no se sostiene ni con la propaganda cotidiana que masivamente nos venden en sus medios de comunicación. Pedro Sánchez es el favorito para seguir como presidente, el PSOE sigue mejorando expectativas y el PP, en el mejor de los casos, solo podría aspirar a un hipotético gobierno de la mano de VOX. Con Abascal de vicepresidente. Con ministros ultras al frente de importantes carteras. Y esto último, poco se dice.

En todo caso, ¿qué le está ocurriendo a Feijóo? ¿A qué responde ese descenso en su valoración y en sus expectativas de voto? Probablemente a diversos factores, entre los que se encuentran sus múltiples errores en sus intervenciones públicas y que son difícilmente explicables si hablamos de alguien que, además de pretender vender una falsa imagen de solvencia, se presupone que tiene asesores y expertos que le ayudan en sus textos e intervenciones para disimular su ignorancia. Sin ir más lejos, acusó al Gobierno de “forrarse” con impuestos que realmente ingresan las comunidades autónomas, y eso que fue durante muchos años presidente de una de ellas.

A la insolvencia se le suma la falta de liderazgo

Por si fuera poco, quien pretende convencernos de que merece ser presidente del Gobierno no es capaz ni de mandar en su propia casa. Un claro ejemplo lo encontramos en el momento en el que Feijóo se comprometió con el Gobierno en la renovación del Consejo General del Poder Judicial, pero incumplió su propia palabra porque la populista sin mucho fondo que preside la Comunidad de Madrid y algún periódico conservador así se lo ordenaron. A la insolvencia se le suma la falta de liderazgo.

Y por si todo ello fuera poco, para entender ese descenso popular en las encuestas, deberíamos añadir la cobardía de Feijóo ante VOX. Quizás porque los necesitan, quizás porque sus ideas y opiniones no son tan distintas, o quizás por ambas cosas. Sea como sea, el PP no ha sido capaz de defender los derechos de las mujeres en su primer gobierno junto a los ultras en Castilla y León.

Tampoco han sido capaces de mantener un discurso moderado y evitar el populismo barato en Madrid, aunque quizás en ese ambiente tuitero y poco reflexivo doña Isabel se sienta como pez en el agua. Y, por supuesto, el PP tampoco fue valiente la semana pasada cuando debatimos en el Congreso la ridícula moción de censura de Abascal y Tamames. Feijóo, desaparecido. 

El PP, en el mejor de los casos, solo podría aspirar a un hipotético gobierno de la mano de VOX. Con Abascal de vicepresidente. Con ministros ultras al frente de importantes carteras. Y esto último, poco se dice

Su PP, condescendiente y poco valiente. Su grupo parlamentario, el único que no se atrevió a votar un claro “no” a la iniciativa de VOX, constatando que el futuro de Feijóo depende de VOX y que sin VOX no habrá un presidente del PP en la Moncloa.

A la insolvencia y al nulo liderazgo, se le suma la falta de valentía para desligarse de la ultraderecha. ¡Larga a vida a Feijóo como presidente del PP!

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Arnau Ramírez (Sant Feliu de Codines, 1989) es diputado por Barcelona y portavoz de Cambio Climático del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso. Anteriormente fue primer secretari de la Joventut Socialista de Catalunya (JSC). Es graduado en Ciencias Políticas y Gestión Pública por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).