“Se está vendiendo la piel del oso antes de cazarlo”

“Se está vendiendo la piel del oso antes de cazarlo”

Sánchez y Feijóo se la juegan en las elecciones de mayo. Los nervios van a más ante unas encuestas muy ajustadas en varios territorios clave. 

Alberto Núñez Feijóo, el pasado 21 de marzo, en su coche oficial.Europa Press via Getty Images

La política española es una “locura”, como reconocen en las principales formaciones políticas. Lo que a primera hora del día es una polémica tremenda que ocupa todos los titulares queda solapada por otro asunto en cuestión de horas. Todo ocurre rapidísimo y algunas de esas crisis que parecen tambalear al Gobierno o a un partido llegan a caer en el olvido. Si bien, los partidos saben que las elecciones autonómicas y locales de final de mayo sí marcarán un punto de inflexión, aunque los perdedores del envite rechazarán a buen seguro hacer lecturas en clave nacional.

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo son conscientes de que se la juegan, y de la tendencia que marcarán esos comicios. Si el presidente del Ejecutivo logra sacar un buen resultado en Cataluña y retiene el poder en aquellas comunidades importantes en las que hoy gobierna, como en Castilla-La Mancha, Aragón o la Comunidad Valenciana, sus portavoces podrán comparecer durante la noche electoral sacando pecho de que, pese a todo, el PSOE resiste y está preparado para la batalla de las generales. Que les dieron por muertos pero que están muy vivos.

“Está todo muy ajustado. Será una lotería. Las encuestas no nos dicen claramente qué puede ocurrir. Va a ser una campaña en la que nos jugamos mucho”, según el diagnóstico de un alto cargo socialista. Motivo por el que los nervios van más, toda vez los partidos se preparan para el sprint final tras las vacaciones de Semana Santa.

"Está todo muy ajustado. Será una lotería. Las encuestas no nos dicen claramente qué puede ocurrir", afirman desde el PSOE

¿Qué pasaría si Sánchez pierde sus bastiones autonómicos? Según las fuentes consultadas, que los barones caídos le estarán esperando. Cabe recordar que Javier Lambán o Emiliano García-Page han sido muy críticos con algunas decisiones del Ejecutivo central. Aún más, han alertado de que estas tendrán consecuencias negativas en las urnas. “Si seguimos con las mismas compañías el PSOE sufrirá un castigo”, dijo a las claras el presidente de Castilla-La Mancha en una entrevista en El Mundo que fue contestada por Ferraz. De hecho, en la sede de los socialistas también sugieren que si algunos de sus líderes territoriales no alcanzan sus objetivos, se podrían llevar cambios en esas estructuras.

En el PP las aguas internas están más calmadas. Pero Feijóo también se la juega. Son sus primeras elecciones como líder del PP, después de la defenestración de Pablo Casado hace ya más de un año. En Génova dan por descontado un muy buen resultado en la Comunidad de Madrid. Y a partir de ahí las dudas se disparan. El partido quiere enseñar la noche electoral un mapa de España cubierto de azul, como logró Mariano Rajoy antes de alcanzar su amplísima mayoría absoluta de 2011. Entonces, solo Asturias estropeó ese mapa al PP por la abrupta ruptura con Francisco Álvarez Cascos, que decidió crear su propio partido.

“Sorprenden algunas lecturas que se hacen en Madrid, que dan por descontado que vamos a ganar y que ya estamos en ver qué hacemos con Vox. La batalla va a ser dura. Primero, tenemos que conseguir los números y luego ya veremos si podemos entendernos con Vox. Algunos están vendiendo la piel del oso antes de cazarlo”, en palabras de uno de esos líderes regionales del PP que aspiran a alcanzar el gobierno. Un ejemplo de que no está todo hecho es Aragón. Según la última encuesta de El Mundo, el PP de Jorge Azcón se dispara en intención de voto pero Lambán seguiría siendo presidente gracias a un cuatripartito.

Feijóo necesita el vuelco electoral en alguna comunidad y municipio de peso. Lo ideal para el PP sería la Comunidad Valenciana y su capital, a donde el líder gallego acude habitualmente para respaldar a sus candidatos. “Si Ayuso logra la mayoría absoluta, el éxito será de ella. Si otro presidente autonómico gana, entonces gana Feijóo y el partido en general”, afirma un diputado popular en conversación informal con El HuffPost. Lo cual lleva a la siguiente derivada: la política de pactos y hasta dónde se está dispuesto a ceder con Vox.

Como ya publicó este diario, para Feijóo la última opción es la fórmula de Castilla y León. En Génova están muy descontentos con el devenir del Ejecutivo bipartito y en varias ocasiones sus portavoces han llamado la atención a Juan García-Gallardo, el vicepresidente de Vox de Alfonso Fernández Mañueco. No solo eso. La consigna ha sido distanciarse al máximo del partido De Santiago Abascal, al que Borja Sémper llegó a llamar “derechita cobarde” en los últimos días. “Dan balones de oxígeno a Sánchez”, aseguró el portavoz de campaña. En privado, eso sí, la interlocución no está rota.

“Si Ayuso logra la mayoría, el éxito será de ella. Si otro presidente autonómico gana, entonces gana Feijóo y el partido en general”, dice un diputado del PP

Los comicios de mayo también serán decisivos en este sentido. Castilla y León puede convertirse en la excepción o en la norma. Y ello influirá en las elecciones generales. Para Moncloa, la posibilidad de que Abascal sea vicepresidente del Gobierno de España movilizará al votante de la izquierda dudoso o que podría quedarse en casa. Si bien, el PSOE azuzó ese miedo en las andaluzas y al final el voto moderado acabó yendo a Juanma Moreno, que logró la absoluta, precisamente para que Vox no entrara en su Ejecutivo.

Hay otras derivadas. La fractura a la izquierda del PSOE también podría penalizar a Sánchez, como ya recogen algunos sondeos. Y todas son analizadas en el cuartel general de las formaciones políticas. Según Ferraz, Feijóo ha ido de más a menos y cada vez son más habituales sus meteduras de pata. Para Génova, el presidente del Gobierno se dará cuenta en pocas semanas de que ya tiene un pie fuera de Moncloa. Empieza, ahora sí, la cuenta atrás para la cita con las urnas.

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Corresponsal político de El HuffPost.