PP e independentistas rechazan la propuesta de más autogobierno de Urkullu y el Gobierno se pone de perfil

El lehendakari Íñigo Urkullu ha agitado este jueves la esfera política al publicar una tribuna en 'El País' en la que pide expresamente un pacto territorial para "reinterpretar la Constitución", avanzar en el carácter plurinacional del Estado y más autogobierno "con capacidad para decidir" en territorios como País Vasco, Cataluña y Galicia.

La propuesta, que no exige una modificación de la Carta Magna, implica crear una especie de órgano político bilateral - lo que podría denominarse como Convención Constitucional en la cultura política anglosajona - para actualizar la interpretación de la Constitución sobre la cuestión territorial. "No sería una fórmula mágica ni un camino expedito, pero podría abrir nuevas posibilidad de desarrollo futuro", subraya. 

Urkullu cree que es momento para "evolucionar progresivamente" en la idea de esa España plurinacional sin imponer nada al Estado. "Las dos partes deben estar de acuerdo y han de actuar con un compromiso de lealtad recíproca. No queremos imponer nada a nadie, pero tampoco podemos aceptar que se impida al pueblo vasco manifestar su voluntad", señala en el artículo.

La propuesta de Urkullu, publicada estratégicamente en un momento en el que tanto PSOE como PP necesitan el apoyo del PNV para la investidura,  ha generado divisiones entre el resto de presidentes autonómicos y también entre las otras fuerzas políticas. El ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, ha tildado la petición de "muy legítima" y ha pedido un "debate constructivo" al respecto. "Siempre valoramos todas las propuestas que se hacen para buscar puntos de equilibrio y acuerdo entre diferentes dentro del marco constitucional", ha añadido. Pero, a su vez, Bolaños también ha dejado claro que la propuesta de Urkullu "no es la nuestra". 

La vicepresidenta primera del gobierno en funciones, Nadia Calviño, ha dicho por su parte en la SER que "siempre hay capacidad" de mejora en la articulación del Estado aunque, según ella, ya hay "una enorme descentralización". Y el expresidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, también ha mostrado sus discrepancias: "Me parece bien que el País Vasco tenga esa ambición, pero nosotros, los valencianos, también tenemos nuestras ambiciones. Y en cualquier caso, el debate territorial en España no se puede centrar solamente en Euskadi y en Cataluña; en absoluto".

La idea tampoco ha sido recibida con agrado entre las filas populares. El vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta del PP, Borja Sémper, considera ahora mismo más prioritario recuperar los principios constitucionales que reinterpretar la Constitución, como así pide Urkullu en su artículo. "Los temas son otros, no hay un problema de Euskadi con España", ha puntualizado. Mientras, el coordinador general del PP, Elías Bendodo, también ha recordado que hay "límites" que su partido nunca va a rebasar. 

Una postura que se ha repetido entre los líderes autonómicos populares. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha dicho que "está bien" dialogar para avanzar en autogobierno, como plantea el dirigente del PNV, "pero sin relegar a nadie y siempre dentro de la Constitución".

Más duro ha sido su consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública, José Antonio Nieto, al asegurar que esta propuesta se hace porque "hay un Gobierno de España débil que no entiende que se tiene que tratar igual a todos los ciudadanos sean de donde sean".

El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha dicho al respecto que no recusa la propuesta pero que luchará por "evitar desigualdades entre territorios" y el portavoz del Gobierno de Castilla y León y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, se ha expresado en la misma línea: "Si es para beneficiar a tres comunidades autónomas se generarían desigualdades en las que no se debe incurrir".

Tampoco convence a los independentistas catalanes

El pacto territorial propuesto por Urkullu para reinterpretar la Constitución y avanzar en la "capacidad de decidir" tampoco ha seducido a los independentistas catalanes. La consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, ha asegurado que respeta la propuesta del lehendakari, pero ha recordado que la carpeta catalana se sigue basando en amnistía y autodeterminación, precisamente los dos requisitos que pone sobre la mesa para negociar la investidura de Pedro Sánchez. Junts aún no se ha pronunciado públicamente sobre esta cuestión aunque es presumible que lo haga siguiendo la estela de la dirigente de ERC.