Sánchez exhibe músculo y pide al PP "cordura y mesura" y que acepte "el resultado de las urnas"
A pocos días para celebrar su investidura, el presidente del Gobierno en funciones ha avisado, ante los socialistas europeos, de que España se ha convertido en "el dique de contención" de la ultraderecha.
A pocos días para que Pedro Sánchez se someta a la sesión de investidura que le volverá a nombrar, si no salta la sorpresa, presidente del Gobierno de España, el líder socialista se ha dado un baño de masas en el Congreso del Partido Socialista Europeo celebrado este sábado en Málaga.
El líder del Ejecutivo en funciones ha celebrado que España tendrá un Gobierno progresista durante los próximos cuatro años y considera que, tras los comicios del 28 de mayo, volvieron "a subestimar al PSOE". "España dice 'no' al pasado y dice 'sí' al futuro", ha destacado.
El candidato socialista ha aprovechado su intervención para mandar un mensaje al Partido Popular y pedirle "cordura y mesura" y que "acepte el resultado de las urnas".
"A esa derecha me gustaría dirigirme hoy, al Partido Popular, para pedirles cordura y mesura y para decirles que lo que deben hacer es aceptar el resultado de las urnas, la legitimidad del gobierno que vamos a formar pronto en España, y que tengan el arrojo necesario para decir no al abrazo del oso de la ultraderecha y que abandonen la senda reaccionaria por la que hoy avanzan hacia el abismo", ha expuesto.
El presidente del Gobierno en funciones ha destacado que el pasado 23 de julio "triunfó la democracia" ante "un episodio más de una disputa ideológica que se está recrudeciendo". "Una disputa entre dos formas de ver el mundo. Fuerzas que pretenden la involución y las fuerzas progresistas que asumimos con responsabilidad las grandes renovaciones", ha explicado.
"En la última década, el apoyo electoral a las fuerzas de ultraderecha se han duplicado. Sus partidos forman parte de cinco gobierno nacionales de la UE y el patrón siempre es el mismo", ha razonado.
Sánchez ha criticado que los pasos suelen ser que "la derecha tradicional abdica, abraza las formas, los discursos y las políticas de la ultraderecha y el problema no es que una derecha parasite a la otra, sino quién parasita a quién".
"La ola reaccionaria parecía imparable y la siguiente en caer era España. Porque somos la cuarta economía europea. Y, afortunadamente para España y para Europa, aquí fracasaron el pasado 23 de julio. Fuimos el dique de contención en el que se estrelló esa ola reaccionaria", ha sentenciado.
