Elías Dosunmu, el Arguiñano de la Generación Z: de estudiar ingeniería a triunfar con sus recetas en TikTok

Elías Dosunmu, el Arguiñano de la Generación Z: de estudiar ingeniería a triunfar con sus recetas en TikTok

Entrevista al influencer culinario con más seguidores de España. Uno de cada tres españoles con TikTok le sigue. 

Elías Dosunmu en uno de sus vídeos en YouTube.YOUTUBE ELIAS DOSUNMU

Elías Dosunmu es, por números, el cocinero más famoso de España. A sus 26 años, este joven ucraniano afincado en España desde hace más de una década, tiene más de nueve millones de seguidores en TikTok, más de cuatro en YouTube y 1,5 en Instagram. 

El influencer es un verdadero trotamundos. Nacido en Járkov, una de las ciudades más azotadas por la invasión rusa, pero criado en Moscú por el trabajo de su madre, ha pasado veranos en China, país en el que se inició su pasión por la cocina y donde aprendió las bases del oficio que ahora domina con maestría. 

Y de Moscú a Torrejón de Ardoz, donde se graduó en Ingeniería Aeronáutica y del Espacio. Alternó los estudios con un trabajo de cocinero para ganar algún dinero extra. Y, como muchos jóvenes, con la carrera casi acabada, se dio cuenta de que no le gustaba lo que había estudiado y no se veía desarrollando una vida laboral de ello. 

Con la pandemia perdió su trabajo como jefe de cocina de una conocida empresa y emprendió un camino en las redes sociales. Su amor por la cocina lo plasmó en vídeos para TikTok e Instagram con la única intención de compartir sus recetas con la gente. Su idea era, con suerte, tener 10.000 o 20.000 seguidores en Instagram y encontrar algún contacto para montar un restaurante con algún socio en un futuro. Y la cosa se ha ido de madre.

En una fría pero soleada tarde de diciembre, el creador de contenido atiende a El HuffPost por teléfono mientras pasea por la calle. La llamada se corta, se pierde la señal en varias ocasiones pero al final, como en casi cualquier servicio de cocina, todo sale como es debido. 

- Por números, eres uno de los cocineros más famosos de España. ¿Te sientes un poco como el Karlos Arguiñano de la generación Z?

Me lo han dicho. Es un poco gracioso. No me siento el Arguiñano de los Z. Al final, Arguiñano es un referente de toda la vida, que fue de los primeros y lo respeto mucho. Por seguidores, soy el perfil gastronómico más seguido de España. En TikTok, una de cada de tres personas con la aplicación bajada me sigue.

Como ingeniero empecé a investigar el mercado y al final super cómo hacer un vídeo viral, o al menos eso es lo que creo, que más o menos he pillado el sentido de las redes y gracias a eso he llegado a donde estoy. El primer año cocinaba todos los días, subía recetas a diario, no hacía nada más que eso en el piso de mis padres, no generaba ingresos. No esperaba nada a cambio, lo hacía porque me gustaba.

- ¿La constancia es una de las claves para triunfar en redes?

Sin duda. Subía un vídeo todos los días, de hecho he dado este consejo a otros creadores de contenido y les ha funcionado también. Una de las claves para que las redes te premien es no fallar, a lo mejor no hace falta subir vídeos todos los días pero si subes tres vídeos semanalmente tienes que mantener eso durante uno o dos años porque como falles las redes te ven como un creador que no se dedica al contenido profesionalmente.

- ¿Abruma tener tantos seguidores? No sé si has necesitado ayuda psicológica.

Además es que tengo 26 años y empecé con 23. Sinceramente me siento una persona normal. Sí que he conocido a influencers que son bastante grandes pero no tienen ni la mitad de gente que tengo yo y como se les sube. A algunos se les sube a otros no lo pueden aguantar, no pueden salir a la calle porque les parece que les están persiguiendo, que la gente intenta descifrar dónde viven, etc.

Soy un chico normal, humilde, nací en Ucrania, me crié en Torrejón de Ardoz y no he tenido problema con eso. Me siento absolutamente una persona como todos, que tiene muchos seguidores pero a nivel personal no me ha influido. Estoy agradecido a mis seguidores, agradecido a mí mismo por el trabajo que he hecho. Cuando me piden una foto yo lo asumo, mis amigos se preocupan por si me agobio pero yo lo tomo como algo normal. Ya que he llegado a esto y sigo llegando incluso a más gente sé que es una parte de mi trabajo y lo tengo que asumir.

- ¿Tenías algún referente cuando empezaste?

De una persona a la que siguiera al 100% no porque empecé en una época en la que TikTok era fuerte pero no había tanto creador de contenido. Seguía a varios creadores de contenido de Estados Unidos como Nick DiGiovanni. Me inspiraba en él pero tampoco lo seguía fuerte. Otro es un tiktoker bielorruso, con el que empecé a la par, que se llama Albert Cancook, que hoy en día es más referente que antes.

- Ahora tú eres referente para otros creadores.

Sé que soy referente para muchos, sobre todo aquí en España, y siempre intento ayudar a todos. Justo estoy ahora con un chico que tiene 100.000 seguidores en Instagram que acaba de llegar hace poco y hemos empezado a hablar con él por redes y, más que su potencial, he visto su deseo de querer crecer y convertirse en algo como soy yo y le estoy ayudando. Intento hacerlo con aquellos que se lo toman en serio. También hay muchos que me copian y que intentan hacer lo mismo que yo pero a mí me da igual porque es una buena señal de que estoy haciendo algo de valor.

- ¿Cuál es tu formación culinaria?

De joven viajaba durante los veranos a China con mi madre porque ella tenía una fábrica de ropa. A los 14 años ya me aburrí, era simplemente estar de vacaciones sin hacer nada en la playa, de hecho sigo siendo así, creo que es una de las razones por las que empecé en las redes, porque mi paciencia necesita hacer algo ahora. A los 14 estaba en un pueblo pequeño en China y había restaurantes que siempre íbamos a comer y a cenar, le conté a mi madre que quería hacer algo, no sabía qué decirle y le dije que quería ser camarero. Se nos ocurrió ir a ese restaurante y preguntarle al señor que si me cogían de camarero, en un pueblo donde nadie hablaba inglés, el señor nos dijo que nos hacía el favor de que pudiese trabajar pero que de camarero imposible porque no habla chino, si quiere que se meta en la cocina. Me metí en la cocina y aprendí a cocinar ahí.

Luego en España, por los estudios ya no podía trabajar tanto, pero sí que he trabajado en dos restaurante en Torrejón, uno ya no existe y otro es una cadena importante de hostelería.

- En España hay ahora polémica por las condiciones laborales en la hostelería y por la falta de camareros. ¿Cómo fue tu experiencia?

Mi última experiencia fue mala porque realmente me engañaron para despedirme. Era jefe de cocina entonces así que imagínate. La hostelería está cambiando. Antes, como había mucha rotación de personal, a los dueños de los restaurantes les daba igual, tú eras un número más. Ahora, creo que por la pandemia, la gente se fue del sector hostelero porque vieron que la pandemia no se acababa y había que buscarse la vida, y hoy en día, no sé si lo sabéis, hay muchos problemas con el personal de la hostelería porque nadie quiere volver a la hostelería. Entonces, hoy en día empiezan a cuidar más y más a los trabajadores y por eso creo que están mejorando las condiciones.

- ¿Cómo ves el mundo foodie? ¿Hay un boom de creadores de contenido de este estilo?

Hay una explicación muy fácil. Al restaurante no le cuesta nada invitarle a una comida a alguien a cambio de algo de visibilidad en las redes sociales, mucha gente se aprovecha de eso y empieza a hacer visitas grabando contenido en restaurantes solamente para ir a comer gratis.

Aparecen nuevos creadores de contenido de reseñas de restaurantes pero no porque quieran aportar, porque quieren comer gratis, eso son la mayoría. Los que tienen entre cero y 50.000 seguidores en Instagram todos ellos hacen eso sólo por eso. Esto está estudiado y visto. Como son tantos parece que todo el mundo está subiendo reseñas de restaurantes pero realmente lo hacen por eso. No lo hacen por desarrollar la cultura gastronómica o por compartir... no sé cómo explicarlo bien.

- Que lo hacen por dinero y por comer gratis.

Más que por dinero, que también lo hay, es por comer gratis. Es algo natural que la gente no quiera gastar dinero en algo tan básico como comer. Aparecen tantos y hacen reseñas y como son miles nos parece que el sector, como has dicho tú, hay un boom... para mí el referente de reseñas es Cenando con Pablo, que para mí es el primero, yo me inspiré en él en las reseñas también, que antes hablábamos de referentes.

- ¿Cómo defines la gastronomía española?

De las mejores. Hay muchísima diversidad, mucha cultura tanto a la hora de cocinar en casa como a la hora de visitar establecimientos. Está creciendo, se abren nuevos formatos. Creo que el año que viene va a ser un boom de nuevos formatos porque estoy notando una tendencia de nuevos restaurantes con conceptos diferentes a lo que tenemos ahora y que el año viene lo van a hacer muchísimo.

- ¿Crees que hay restaurantes en los que se prima más lo ‘instagrameable’ a que la comida esté buena? Y encima a unos precios desorbitados.

Sí, hay muchos sitios así. Los hosteleros de verdad sí se fijan en el producto porque por muy instagrameable que sea tu local, si tu producto está mal, a pesar de las buenas fotos, la gente va a opinar sobre eso seguro y no volverá y no expandirá el rumor. La gente que crea conceptos así no tiene mucha idea de cómo funciona la hostelería.

- Tú enseñas restaurantes asequibles, ¿pero te gustan también los de estrella Michelín?

He estado en dos. Coke, en Madrid, hace tres años. Entonces no me lo podía permitir y era un evento al que me invitó el restaurante a través de mi agencia. Hace poco, en Barcelona, fui con Cenando con Pablo a grabar Angle, de Jordi Cruz, el de MasterChef, y me encantó, estaba muy bueno. Mereció la pena. El menú creo que costaba, no me acuerdo, entre 200 y 400 euros, pero mereció la pena, cada plato en particular me encantó. Soy más de ir a restaurantes de media clase, cafeterías y cosas así, de diferentes conceptos por supuesto, pero el Angle me ha demostrado que a veces hay restaurantes con estrella Michelín que sí que merecen la pena pero no todo el mundo se lo puede permitir. Yo apoyo más a restaurantes normales, con un ticket medio de 50-60 euros para dos.

- Te gustaría tener tu propio restaurante, ¿cómo sería?

Te puedo decir que muy pronto, el año que viene, va a haber algo. Pero el concepto y de qué se va a tratar no te lo puedo decir.

- ¿En Madrid? ¿En Torrejón?

En Madrid.

- Dime un poco como sería, aunque no me digas de este proyecto, ¿cómo te gustaría que fuese un hipotético restaurante tuyo? ¿de qué estilo sería?

(Risas) Es la misma pregunta pero dada la vuelta. Cómo sois los periodistas. En privado te lo puedo decir pero en público no.

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Álvaro Palazón es redactor de virales, televisión y de deporte en 'ElHuffPost' y trabaja desde Madrid. Es Licenciado por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Puedes contactar con él en alvaro.palazon@huffpost.es