El maquinista del tren de Santiago, dado de alta e "imputado" por homicidio por imprudencia
Francisco José Garzón, el conductor del tren que descarriló el pasado miércoles en Santiago de Compostela, ha sido dado de alta y trasladado a comisaría, "imputado" por un delito de homicidio por imprudencia.
Así lo ha dicho el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en una rueda de prensa en la Comisaría de la capital gallega. "Está en situación jurídica de detenido por la Policía por la imputación del presunto delito de homicidio por imprudencia", ha señalado el responsable de Interior, quien ha indicado que el detenido será puesto a disposición judicial antes de que finalicen, este domingo por la tarde, las 72 horas protocolarias.
Según asegura El País, el maquinista ha salido por una puerta lateral de Urgencias del hospital Clínico escoltado por dos coches de la Policía, una patrulla y otro camuflado
El ministro anunció, además, que las identificaciones de cadáveres terminarían "en horas". Precisamente este sábado por la tarde la Policía Científica anunció que ha completado la identificación de los 78 fallecidos en el accidente.
Antes, en declaraciones a los periodistas, Fernández Díaz había manifestado que la Policía detuvo al maquinista este jueves porque "hay indicios racionales como para pensar que pueda tener una eventual responsabilidad" en relación con lo ocurrido, aunque es el juez quien debe "determinarla". Sobre los "indicios" constatados, ha rechazado dar cualquier otro dato.
"Qué duda cabe de que hay indicios racionales para creer que pueda tener una responsabilidad eventual en lo sucedido", aseguró.
Fernández Díaz llegó al lugar de Angrois poco antes de las 11.00 horas y le recibieron varias autoridades. Acompañado de la titular de Fomento, Ana Pastor, el ministro ha proclamado que "Galicia y los gallegos" han dado "un ejemplo de solidaridad a todo el mundo". También ha agradecido el trabajo hecho por voluntarios y por efectivos de emergencias.
EN EL PUNTO DE MIRA
Garzón se acogió a su derecho a no declarar ante la Policía judicial este viernes en el centro hospitalario en el que se encuentra ingresado.
El conductor del tren, quien reconoció poco después de producirse el siniestro que iba a una velocidad de 190 kilómetros por hora, cuando la velocidad límite en ese tramo era de 80 kilómetros por hora, se encontraba acompañado de su abogado en el momento en el que la Policía intentó que prestara declaración.
Aunque ninguna autoridad lo ha señalado directamente, el presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Gonzalo Ferre, ha asegurado que el maquinista del tren tenía que haber empezado a frenar cuatro kilómetros antes de llegar a la zona donde se produjo el accidente.
Los compañeros del maquinista, sin embargo, han salido en su defensa al asegurar que "no era de los que corriera" y que "todo no ha dependido de él".
