Tan espectacular es el Tour de Francia como toda la parafernalia que lo rodea.
¿Qué sería de esta competición sin los espectadores? Gente como los protagonistas de esta fotogalería.
Disfraces, meriendas, música... cualquier forma es buena para ver el Tour.
Desempolvar tu viejo acordeón y llevártelo a la carrera para que se le quite el polvo.
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Poniendo las salchichas en la barbacoa mientras las vigilas con una mano y con la otra brindas por lo bonito que es el ciclismo y el gorro verde de tu amigo.
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Vistiéndote de diablo como todos los años mientras das saltos desaforadamente.
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Y, en otra versión, meterte entre las espigas con un tridente, unos cuernos y un paraguas, aunque ni llueva ni haga sol.
AFP
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Dándote al vinillo junto a tus cuñados.
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Vistiéndote con bolsas de basura y poniéndote un rollo de papel de cocina en la cabeza con dios sabe qué intención.
AFP
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Tocándote unas canciones populares con tus amigos después de haberte apretado unas cuentas botellas y haber echado una partidita a las cartas.
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Subiéndote a una bici subida a su vez a una grúa mientras te la juegas haciendo una foto
AFP
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Colonizar el balcón de la casa de tu amigo, que para algo vive en una calle por donde pasa la carrera.
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Desempolvar tu viejo acordeón y llevártelo a la carrera para que se le quite el polvo.
EFE
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