La Barcelona que no interesa estos días

La Barcelona que no interesa estos días

Calles y terrazas a rebosar de turistas, chavales jugando al voleibol en la playa... Barcelona espera tranquila al 1-O.

CARLOTA E. RAMÍREZ

Barcelona espera tranquila al 1-O. A pesar de la tensión que se percibe estos días a través de las distintas informaciones de los medios de comunicación, este sábado parecía un sábado más. La plaza Cataluña llena de turistas, varias personas aprovechando los restos del verano en las terrazas de los bares e incluso gente bañándose en la playa del Bogatell. Lo único que ha roto la tranquilidad y el ambiente festivo de este sábado han sido las dos manifestaciones en contra del referéndum convocadas durante lo que sería la jornada de reflexión si hablásemos de una consulta legal.

En La Rambla, el corazón de Barcelona, cientos de turistas paran en los múltiples quioscos para comprarse las últimas camisetas del Barça. Alguno también se probaba la del Real Madrid. La Boquería, mercado municipal a la vez que atracción turística de la ciudad, abría como cada día para que catalanes y turistas se paseen por sus pasillos contemplando los puestos de alimentos conocidos internacionalmente.

  La Boquería de Barcelona llena de genteCARLOTA E. RAMÍREZ

Es difícil encontrar una fachada con viviendas particulares que no luzca una senyera, aunque no tantas como uno se espera después del ruido mediático que está generando el referéndum ilegal. Quizá eso fortalezca la teoría de que el independentismo es más fuerte en los pueblos y ciudades pequeñas.

La sensación de tranquilidad llega hasta la costa. En la Avenida del Litoral varias personas pasean por la acera observando el mar. Todas las redes de voleibol de la playa de Bogatell están ocupadas por chavales que juegan en bañador. Unos pocos valientes se atreven a meterse al mar y hay cola para conseguir una mesa a la hora de comer en los chiringuitos. Al fondo, los veleros disfrutan de un día con levante.

  La Playa de BogatellCarlota E. Ramírez

Un turista japonés observa el mar desde uno de los bancos del paseo marítimo mientras come un menú del McDonalds. Lleva unos días en Barcelona y se ha encargado de enterarse de todo lo que está pasando. "Sé que quieren independizarse de España. Me han contado que es por motivos históricos y económicos, pero no les dejan votar", dice a El HuffPost. Cree que "el Gobierno no les deja votar" y, a pesar de que no se considera legitimado para opinar, está "a favor de que les dejen votar".

  Un turista japonés en la playaCARLOTA E. RAMÍREZ

A las 17.30, los 200 manifestantes que se concentraban esta mañana en la plaza de St. Jaume se habían multiplicado en otra concentración que finalizaba en el mismo lugar. A las consignas de esta mañana, en las que acusaban a los miembros del consistorio de ser "los amigos de Otegui" y en las que pedían "prisión para Puigdemont", se han sumado los gritos a favor de la Guardia Civil —"¡Que vuelva la Guardia Civil!"—. La percepción de los presentes era que este domingo "no va a pasar nada" porque "no van a votar" y que los catalanes que se sienten parte de España "son la mayoría", según han explicado varios de los presentes a El HuffPost.

Pero los bares y restaurantes de Barcelona siguen llenos de gente y los turistas han sacado los paraguas para seguir paseando. Mañana, los catalanes que quieran ir a votar están convocados en los colegios electorales a las 5:00 AM y los Mossos tienen la orden de cerrarlos a las 6.00.