Facebook afronta el cerco político y el castigo en Bolsa tras el escándalo de filtración de datos a Cambridge Analytica

Facebook afronta el cerco político y el castigo en Bolsa tras el escándalo de filtración de datos a Cambridge Analytica

La Comisión de Comercio de EEUU abre una investigación, dos fiscales inician pesquisas y los parlamentos británicos y europeo han pedido explicaciones.

Facebook atraviesa la mayor crisis de su historia. La red social fundada por Mark Zuckerberg ha quedado expuesta tras revelarse que la firma Cambridge Analytica recopiló de manera ilegal, a través de una aplicación, los datos de más de 50 millones de sus usuarios para apoyar la campaña presidencial de Donald Trump en EEUU.

El software que recopilaba los datos era thisisyourdigitallife, obra del profesor universitario Aleksandr Kogan, de la Universidad de Cambridge. La empresa de Kogan, Global Science Research (GSR) y Cambridge Analytica pagaron a cientos de miles de usuarios para hacerse pruebas de personalidad y así obtener sus datos para un supuesto uso académico. Sin embargo, la aplicación también recopilaba datos de los amigos de cada usuario, lo que multiplicaba el volumen de información al que tenía acceso.

Este en el que el nombre de Zuckerberg aparece junto al de Steve Bannon, jefe de campaña y principal consejero de Trump hasta finales de 2017, o el propio presidente de los EEUU y asociado a conceptos tan poco deseables como "manipulación" o "interferencia rusa" no es un escándalo cualquiera. Lo demuestra el batacazo que la empresa ha sufrido en Bolsa, alrededor de un 9% de caída en las dos últimas sesiones, y la reacción unánime de los políticos a un lado y otro del charco: "Zuckerberg, queremos explicaciones".

Es el momento de que el señor Zuckerberg y otros CEO testifiquen ante el Congreso. El pueblo americano merece respuestas sobre la manipulación de las redes sociales en las elecciones de 2016.

El fundador y consejero delegado de Facebook atiende a un incendio con varios frentes: la investigación de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos sobre lo que ha pasado, los llamamientos de senadores y congresistas demócratas y republicanos para que se explique en las cámaras legislativas estadounidenses y ahora, también, la oferta-invitación-reclamación del Parlamento Europeo para que haga lo mismo en el Viejo Continente.

Las explicaciones de Facebook

La compañía de la red social se ha explicado a través de su vicepresidente, Paul Grewal. Este exjuez de California, con gran autoridad legal en la compañía, ha anunciado que "proteger la información de la gente está en el núcleo de todo lo que hacemos", por lo que "suspendemos a SCL (Strategic Communication Laboratories) y a su firma de análisis político, Cambridge Analytica, de nuestra plataforma".

En su comunicado, Grewal afirma que Aleksander Kogan, el profesor de psicología de Cambridge que diseñó la aplicación que ha recopilado los datos para Cambridge Analytica, les "mintió". El vicepresidente de Facebook asegura, eso sí, que Kogan obtuvo los datos de manera legítima, pues fueron los usuarios los que se los cedieron.

"Sin embargo", aclara, "al ceder esa información a terceras partes violó las normas de nuestra plataforma. Cuando tuvimos conocimiento de esta violación de las normas, eliminamos la app y exigimos a Kogan, a SCL y a Cambridge Analytica que nos certificaran que la información había sido destruida. Los tres lo hicieron".

Las informaciones recientes parecen mostrar que esos certificados no eran ciertos y Paul Grewal explica que, de ser ciertas, "se trataría de otra violación inaceptable de nuestra confianza y de los compromisos con nuestros usuarios. Por eso, a la espera de más información, suspendemos a SCL, a Cambridge Analytica y Paul Kogan".

La compañía ha contratado a una firma independiente, Stroz Friedberg, para llevar a cabo una profunda auditoría y determinar con exactitud si los datos filtrados siguen existiendo. Ante los rumores sobre un posible despido de Alex Stamos, su jefe de seguridad, Facebook también ha tenido que aclarar que sigue formando parte de la compañía: "Es un miembro valorado del equipo y le estamos muy agradecidos por su trabajo diario", ha asegurado un portavoz de la compañía.

El propio Stamos ha desmentido su marcha: "Sigo completamente involucrado en Facebook. Pero es verdad que mi rol ha cambiado".

Cerco político y sombra judicial

El escándalo amenaza con tener consecuencias judiciales para Facebook y sus responsables en Estados Unidos y en Reino Unido. Los fiscales generales de Nueva York y Massachusetts han exigido a la compañía información sobre la transferencia de datos de sus usuarios a la firma Cambridge Analytica.

"Los consumidores tienen derecho a saber cómo es usada su información y compañías como Facebook tienen una responsabilidad fundamental de proteger la información personal de sus usuarios", ha indicado en un comunicado el fiscal de Nueva York, Eric Schneiderman. Ha asegurado que la carta de petición es el primer paso de una investigación que emprenderá conjuntamente con la fiscal de Massachusetts, Maura Healey.

Mientras las pesquisas judiciales dan los primeros pasos, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, en sus siglas en inglés) ya ha comenzado a analizar qué pasó. El procedimiento podría acabar en una multa millonaria para la compañía.

En 2011, Facebook se comprometió a solicitar el consentimiento de sus usuarios antes de realizar cambios en sus preferencias de privacidad, como parte de un acuerdo para hacer frente a las acusaciones de que la compañía abusaba de los consumidores al compartir con terceras empresas más información de la autorizada.

Por este motivo, la sospecha de que la red social pudo facilitar este tipo de información a Cambridge Analytica supondría que la empresa estadounidense violó dicho acuerdo, por lo que la FTC podría multar a Facebook con 40.000 dólares diarios por cada violación, según ha informado Bloomberg.

Senadores y congresistas republicanos y demócratas han solicitado a Zuckerberg que comparezca ante el Congreso estadounidense para dar explicaciones, y no son los únicos. Tanto el Parlamento británico como la Eurocámara han solicitado al máximo dirigente de la red social que acuda para dar explicaciones sobre lo que ha ocurrido con la filtración de datos.

El presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, ha subrayado en un mensaje en Twitter que Zuckerberg debe aclararlo todo: "Hemos invitado a Mark Zuckerberg al Parlamento Europeo. Facebook necesita aclarar ante los representantes de 500 millones de europeos que no han sido utilizados datos personales para manipular la democracia", ha escrito.

Horas antes de este mensaje, Tajani había criticado en la misma red social que el uso fraudulento de datos de usuarios es una "violación inaceptable" de los derechos de privacidad de los ciudadanos del bloque comunitario.

La comisaria de Justicia y Consumidores, Vera Jourova, tildó de "horrorosas" estas revelaciones y anunció este domingo que pediría "aclaraciones" a Facebook para "entender mejor el problema" durante la vista a Estados Unidos que ha realizado esta semana.

Las crisis de confianza se pagan caras

Las revelaciones sobre la filtración de datos supusieron un duro castigo para Facebook en Bolsa, donde este lunes se hundió un 7%.

Este martes, el castigo a la compañía parece haber perdido algo de fuelle: el índice compuesto Nasdaq, en el que cotizan las principales tecnológicas, progresó un 0,27 % (20,06 puntos) y la caída de Facebook se ha "limitado" al 2,56%.

La posibilidad de que la Reserva Federal decrete una subida de los tipos ha distraído en cierta manera a los inversores, pero la red social ha perdido más de un 9% de su cotización en bolsa en sólo dos sesiones. Y el escándalo sólo acaba de empezar.