El BCE se desliga de la Reserva Federal y sube los tipos de interés hasta el 4% 

Y el giro en el guion es que no ha habido giro de guion. El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a apostar por una subida de los tipos de interés y ha seguido la estela de las últimas alzas de 0,25 puntos básicos. 

Lo ha hecho después de que la pasada semana se confirmase que la Eurozona ha entrado en la temida recesión técnica y, tan sólo 24 horas después de que la FED -la Reserva Federal de EEUU- decidiese poner fin a su política de subida de tipos que inició en marzo de 2022 y puso fin ayer con su décima subida.

Con todo, no es una decisión relativamente sorprendente, puesto que en los mercados se daba por hecho que el organismo financiero volvería a jugar la misma carta para combatir la espiral inflacionista. Con este movimiento, la tasa de referencia para las operaciones de refinanciación queda fijada ya en el 4%. La tasa de depósito se elevará al 3,50% y la de la facilidad de préstamo el 4,25%.

Estamos, pues, ante la octava subida consecutiva del precio del dinero, que se traduce en los niveles más altos vistos en los últimos 15 años. Como es habitual, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha ofrecido los detalles y explicación de esta decisión. Y ha dado por hecho que en la próxima reunión de julio se resolverá con otra subida de mismas condiciones, a no ser que se produzca un cambio sustancial de escenario económico.

Lagarde admite que ven "señales de debilitamiento" en la inflación, pero anticipa la siguiente subida

"La subida acordada hoy refleja la evaluación actual y actualizada sobre las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la revisión de la política monetaria", ha defendido Lagarde en la rueda de prensa posterior al anuncio sobre los tipos.

"De acuerdo con las proyecciones macroeconómicas de junio los expertos del eurosistema esperan que la inflación general se sitúe en un 5,4% en 2023, 3% en 2023 y 2024, así como en 2,4% en 2025", ha señalado de las previsiones que manejan en el BCE sobre el comportamiento de la espiral inflacionista en los próximos ejercicios.

Con todo, Lagarde ha defendido que "los indicadores de los niveles subyacentes de la inflación continúan siendo elevados", pero ha admitido que "hay algunas señales incipientes de debilitamiento".

Con ese retrato económico, Lagarde no ha ocultado que todos los factores apuntan a que volverá a producirse una subida de tipos el mes que viene. "¿Ha concluido el viaje? No. No hemos llegado a nuestro destino", ha reconocido desde la sede del organismo en Fráncfort. A juicio del BCE, aún queda "terreno por recorrer" para alcanzar la meta. Dejar la inflación en un 2%.

"Puedo ir más allá: salvo que haya un cambio material que afecte a nuestra línea base, es probable que se dé el caso de que seguiremos incrementando los tipos en julio, lo que no os sorprenderá", desgranó, a petición de los medios de comunicación.