¿Qué ha pasado? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Desde la desescalada, que ahora a toro pasado consideramos precipitada y mal ejecutada por algunas comunidades autónomas, vimos cómo salíamos a salvar una economía que iba a depender del consumo interno. El turismo ni estaba ni se le esperaba.
A cambio, rastreadores y sanitarios contratados por las comunidades permitirían una desescalada segura. ¿Se cumplió? Bueno, en algunas comunidades sí y otras no, y ahora nos llega la segunda ola con maravillosas estrategias como ladrillo sanitario vacío y movimientos de médicos “voluntarios” de unos hospitales a otros.
Parece que algunos no tienen respuestas. Ni para esto, ni para nada.