El capitán del buque accidentado en Gibraltar, acusado de siete infracciones

El capitán del buque accidentado en Gibraltar, acusado de siete infracciones

Entre ellas, “no tomar las medidas adecuadas para evitar la colisión”.

Trabajos para controlar la fuga de vertidos del buque semihundidoEuropa Press News via Getty Images

Las autoridades gibraltareñas han acusado hoy formalmente al capitán del buque “OS 35”, accidentado hace semanas y aún varado en las aguas que rodean el Peñón, de siete infracciones. Entre los cargos presentados está el de no haber tomado las medidas adecuadas para evitar el choque, así como el de haber causado daños al medioambiente por el vertido de combustible y otros líquidos, que contaminaron el agua de varias localidades cercanas.

El capitán del buque, que responde a las siglas A.K., de nacionalidad siria y 53 años, enfrenta acusaciones de infringir leyes y reglamentos de la marina mercante, según recoge la Policía Real de Gibraltar.

Entre los cargos, dos conductas de poner “en peligro a buques, estructuras o personas” y producen “riesgo de colisión” contrarias a la Ley de la Marina Mercante y del Reglamento de la Marina Mercante de Gibraltar, como citan en un comunicado.

También le acusan de “no tomar las medidas adecuadas para evitar la colisión”, con base en el Reglamento de la Marina Mercante de Gibraltar sobre señales de socorro y prevención de abordajes en el mar. Igualmente, de dañar “un lugar de reproducción de una especie animal europea protegida”, contra la Ley de Protección de la Naturaleza, y de provocar daños a monumentos o edificios catalogados, en concreto a la Cueva de Gorham, contra la Ley de Patrimonio y Antigüedades.

El responsable de la embarcación fue detenido instantes después del accidente y cuando el buque empezaba a soltar combustible al agua, aunque acabó en libertad bajo fianza poco después.

En declaraciones a la prensa, el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo explicó que, tras el choque, el capitán del barco, desobedeció las instrucciones de la Autoridad Portuaria del Peñón de detenerse y siguió la marcha asegurando que no tenía ningún daño. Una vez en el Estrecho de Gibraltar, reconoció que la entrada de agua en el buque era de tal magnitud que había riesgo de hundimiento, por lo que el buque fue finalmente dirigido a un punto donde el barco permanece encallado desde entonces