Gatos callejeros. La vida en una colonia (2ª parte)

Gatos callejeros. La vida en una colonia (2ª parte)

Embarazo y parto de las gatas gestantes.

Martin Poole via Getty Images

La gestación de una gata es una experiencia que no todos los propietarios de gatos conocen. En este artículo te contamos lo que sucede desde el momento en que la hembra es fecundada por el macho, hasta que tiene lugar el feliz alumbramiento de los cachorros en el entorno de una colonia felina.

Las gatas, como ocurre en la especie felina, carecen de menstruación. El primer celo suele producirse cuando esta alcanza unos 6 meses de edad, aunque también puede suceder antes. Su duración acostumbra a ser desde unos pocos días, hasta varias semanas, en un ciclo que se repetirá de manera intermitente cada varios meses a lo largo del año.

Una vez entra en celo, la gata alcanza su etapa de actividad sexual y está lista para reproducirse.

El procedimiento por el que se reproducen los felinos se denomina de ovulación inducida. Es decir, cuando tiene lugar la monta, la gata libera un óvulo ya maduro que es fecundado al entrar en contacto con el espermatozoide del macho. Se trata, como vemos, de un sistema de fecundación muy efectivo. Si no fuera así y la ovulación se produjera en un día en concreto de la fase reproductiva —algo que sucede en muchas especies mamíferas— podría suceder que el óvulo se perdiese sin fecundar.

Por otro lado, ello evita, a la vez, que la hembra tenga una perdida de sangre innecesaria, que podría provocarle anemia y cansancio, pudiendo ser así presa fácil para otros depredadores.

Múltiples gestaciones de diferentes machos

Este procedimiento implica que en cada monta el óvulo liberado da lugar a un embarazo, dándose así la paradoja de que, si la gata es montada en diversas ocasiones durante la etapa de celo, ello dará lugar a múltiples gestaciones. Y si esta se ha llevado a cabo por diferentes machos, los gatitos que la madre lleve en su interior habrán sido engendrados por diferentes padres.

Es por ello por lo que, ante la imposibilidad por parte del gato macho de distinguir a sus crías, tanto el macho dominante, como cada uno de los machos que haya montado a la hembra, aceptará y respetará a cada uno de los cachorros una vez hayan nacido, como si todos fueran hijos suyos, sin excepciones.

Aunque, teniendo en cuenta que en caso de tratarse de una gata de una colonia el macho dominante muy posiblemente habrá llevado a cabo sobre la hembra varias montas, este será el padre de la mayoría de los cachorros; el resto serán hijos de los otros gatos de la colonia, pero generalmente no más de uno por cada macho.

La gestación de una gata dura aproximadamente 8 semanas. Una vez llega el momento del alumbramiento, la futura madre generalmente busca un sitio apartado y seguro donde dar a luz a sus retoños. A medida que los gatos van naciendo —de uno en uno—, la gata los va limpiando hasta eliminar todos los restos del saco amniótico que los recubre y corta con sus dientes el cordón umbilical.

Cada uno nace en su propia placenta

Cada bebé nace, pues, en su propia placenta que la madre va devorando después de limpiarlos. Dada la gran cantidad de proteínas que contiene, esta le reporta a la gata una energía extra, con lo que, al menos durante los 3 días siguientes, no tendrá que dejar a sus cachorros para ir a comer, pudiendo proporcionarles así el calor y los cuidados necesarios.

En ocasiones, puede suceder que la madre detecte que uno de los cachorros ha nacido con alguna enfermedad, debilidad o deformidad congénita que dificultará el que pueda sobrevivir. Esto puede llevarla a decidir matarlo ella misma y comérselo.

También cuando la gata detecta que existe un peligro que amenaza la vida de sus cachorros y que no puede hacer frente a él, puede entrar en un estado de pánico y decidir quitarles la vida, comenzando por su preferido —el primero en nacer— y continuando por los demás, hasta haber terminado con todos.

Aunque nos pueda parecer un acto incomprensible por parte de una madre, no es otra cosa que un acto de amor con el que la gata solo busca proporcionarles un final  “dulce” y rápido por ahogamiento, evitando así una muerte dolorosa para ellos. Se trata de una práctica muy extendida en la naturaleza. Más de 100 especies, entre ellas los felinos, tienen el mismo comportamiento ante un peligro inminente para sus crías.

También puede suceder que el macho dominante asesine a todas las crías en un momento en que la madre esté ausente o despistada, provocando así que la lactancia se interrumpa, con lo que la hembra entrará en celo rápidamente. Se trata de algo natural que sucede en todas las familias felinas, desde los gatos hasta los leones.

El periodo de lactancia de las crías suele durar aproximadamente 8 semanas, Durante las 4 primeras, los bebés solo se alimentarán de la leche materna. A partir de ahí, ya les habrán salido sus primeros dientes, por lo que alternarán la leche con la comida sólida: pienso y comida húmeda en caso de vivir en una colonia, junto con la carne de los animales que la madre haya podido cazar para ellos.

Es posible también que las madres continúen suplementando la comida sólida con leche mas allá de las 8 semanas, llegando a las 12 e incluso a las 16 semanas.

La gata se desentiende de sus crías a las 16 semanas

La madre cuidará celosamente de sus hijos hasta aproximadamente las 16 semanas. En ese periodo de tiempo las crías ya habrán concluido su aprendizaje de lo que les será útil para la vida: pautas de socialización, cómo cazar…  y la madre se desentenderá de ellas, dejándolas vivir por su cuenta. Tras ello, la gata volverá a entrar en celo, repitiéndose el ciclo anterior nuevamente.

Por último, como curiosidad, las hembras dominantes y las de clase alta tienen cuidadores para sus bebés, que se alternarán con ellas a la hora de cuidarlos y transmitirles las enseñanzas necesarias para sobrevivir. No obstante, las gatas de clases inferiores no cuentan con esa ayuda, y habrán de entregarse en cuerpo y alma a sus hijos las 24 horas del día, hasta que estos estén listos para poder valerse por si mismos en la colonia.

De estos nuevos integrantes de la manada, unos la engrosarán, quedándose en ella, y otros buscarán nuevos territorios donde poder formar su propia colonia…

Para quien desee acompañar la lectura de este articulo con la música que sonaba de fondo mientras lo escribía, os dejo a continuación el enlace:

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