Israel mata de un tiro en la cabeza a la veterana corresponsal de Al Jazeera en Palestina

Israel mata de un tiro en la cabeza a la veterana corresponsal de Al Jazeera en Palestina

Shireen Abu Akleh, un referente en la información del conflicto, estaba cubriendo una redada del Ejército en Yenín. Junto a ella ha resultado herido otro informador.

Una periodista de Al Jazeera, la palestina Shireen Abu Akleh, murió este miércoles por fuego israelí durante una redada del Ejército en la ciudad de Yenín, al norte de Cisjordania ocupada, según informó hoy el Ministerio de Salud palestino.

La informadora falleció después de que una bala le alcanzara en la cabeza, mientras que otro compañero periodista, Ali al Samudi, fue herido con una bala en la espalda y su condición es estable, según el ministerio.

Ambos periodistas llevaban sus chalecos identificados como prensa y ella llevaba trabajando para Al Jazeera desde el inicio de la Segunda Intifada, confirmó el medio. Abu Akleh, que también tiene pasaporte de Estados Unidos, era una veterana muy reconocida entre sus compañeros, siempre presente en las crisis más complicadas que jalonan el conflicto, y cuyo rostro era muy popular entre los palestinos y los árabes israelíes. Las redes sociales la comparan esta mañana con la Christiane Amanpour local.

El Ejército israelí indicó que durante una redada en el campo de refugiados de Yenín, “sospechosos armados” abrieron fuego contra las fuerzas de seguridad y arrojaron explosivos, por lo que los agentes tuvieron que disparar en respuesta.

“El Ejército está investigando lo ocurrido, en particular la posibilidad de que un periodista fuera alcanzado por fuego real de un palestino”, señalaron sobre la muerte de Abu Akleh.

La versión del Gobierno israelí

El primer ministro israelí, Naftali Bennett, ha acusado, pese a esa investigación abierta, a “palestinos armados” de ser los responsables de esta muerte. “Según la información que hemos recopilado, parece probable que fueran palestinos armados -quienes disparaban indiscriminadamente- fueran los responsables de la desafortunada muerte de la periodista”, indicó Benet en un comunicado.

El Gobierno israelí apoya sus argumentos en un vídeo viralizado en las redes sociales, supuestamente de la redada de hoy en el campo de refugiados de Yenín, en el que se ve a palestinos disparando y alardeando de que habían dado a un soldado. “Dimos a un soldado, está tirado en el suelo”, se escucha decir alguien en árabe, lo que según Benet es una prueba de que el disparo alcanzó por error a la periodista.

Israel ha ofrecido a los palestinos realizar análisis patológicos y una investigación conjunta, para averiguar el origen del disparo en la cabeza que mató a Akleh, oferta hasta ahora rechazada por los palestinos”, indicó Benet.

Sin embargo, la ONG israelí B’Tselem ha hecho una prueba sobre el terreno y ha demostrado que la localización del lugar de la grabación que defiende Israel no se corresponde con el lugar donde murió la reportera, son escenarios diferentes.

Y la réplica palestina

Sin embargo, tanto las autoridades palestinas como la dirección de Al Yazira y el Gobierno de Catar han acusado directamente al Ejército israelí del asesinato de la reconocida periodista palestina, de 51 años.

El presidente palestino, Mahmud Abbás, condenó hoy ese “crimen de ejecución por parte de las fuerzas de ocupación israelíes” contra la periodista. El movimiento palestino islamista Hamás, que gobierna en Gaza, también condenó este “asesinato atroz y premeditado”, del que responsabilizó a Israel.

“Este crimen atroz contra la prensa y la libertad de expresión obliga al mundo y a todas las instituciones internacionales a condenar este crimen y responsabilizar a los líderes de la ocupación, que han transgredido todos los valores, normas y leyes internacionales”, indicó la dirección de Hamás en un comunicado.

Qatar, por su parte, donde radica la cadena Al Jazeera, ha tildado esta muerte de “crimen atroz” y una “violación flagrante del derecho internacional humanitario y de la libertad de prensa”. Doha hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que tome “medidas urgentes” con el fin de evitar que “las autoridades de ocupación (Israel) cometan más violaciones contra la libertad de expresión e información, y para que se tomen todas las medidas para detener la violencia contra los palestinos y los trabajadores de los medios”, se apunta en la nota oficial.

No ceden

“Las fuerzas de seguridad continuarán con sus operaciones antiterroristas para poner fin a la ola mortal de terror y restaurar la seguridad de los ciudadanos de Israel”, ha indicado también Bennet, sobre la oleada de ataques que han ocurrido en Israel desde finales de marzo, un total de seis cometidos por palestinos o árabes-israelíes en los que han muerto 18 personas.

A finales de abril, el palestino Lufti Labadi, de 18 años, también murió por fuego israelí, cuatro días después de ser alcanzado por una bala durante otra redada en la zona de Yenín.

Las fuerzas de seguridad israelíes han intensificado en el último mes las redadas y “operaciones de contraterrorismo” en toda Cisjordania ocupada, y en particupar en la zona de Yenín, en respuesta a la ola de ataques. Una treintena de palestinos han muerto durante esos operativos, algunos de ellos civiles desarmados y sin vínculos con las milicias palestinas, y decenas han sido detenidos.