Los efectos del gas ruso en el mercado de la electricidad

Los efectos del gas ruso en el mercado de la electricidad

Debe reformarse de manera urgente el sistema de subastas marginalistas para evitar que los precios desorbitados del gas natural contaminen los precios de todo el sistema eléctrico.

Instalaciones de gas naturalpicture alliance via Getty Images

La guerra abierta por Rusia, una potencia nuclear, en territorio de un país soberano como es Ucrania, va a tener consecuencias catastróficas para la población de ese país, para la estabilidad internacional y también para la economía europea.

Los dos primeros efectos que menciono son obvios, son los que cualquier guerra provoca. El tercero se debe especialmente a la manera en la que se forman los precios del sistema eléctrico en la mayoría de los países de la Unión Europea. Rusia es el segundo mayor productor de gas natural del mundo y aglutina la tercera parte de las importaciones de este combustible en la Unión

Europea.

Nuestros mercados eléctricos forman sus precios mediante el sistema de subasta marginalista, por el que la última tecnología que entra en producción fija el precio de todas las demás. Esta última tecnología es, habitualmente, la producción en ciclos combinados de gas natural.

Este sistema tenía sentido para incentivar la instalación de energías renovables, ya que estas son más baratas que la generación mediante carbón o ciclos combinados de gas natural y se veían beneficiadas por este sistema. Y los precios eran contenidos ya que la diferencia entre ellos, aunque existente, no era tan marcada.

Vamos a ver cómo se dispara el precio de la electricidad a precios nunca vistos (viniendo como venimos de una  importantísima crisis en los precios de la electricidad)

Ahora mismo, vamos a ver cómo se dispara el precio de la electricidad a precios nunca vistos (viniendo como venimos de una  importantísima crisis en los precios de la electricidad). Y vamos a ver cómo sucede por algo totalmente ajeno al sistema de producción eléctrica.

Debido a la guerra en Ucrania, el precio del gas natural se ha disparado y va a afectar (sin sentido) a los precios de las energías renovables, de las nucleares y de las hidroeléctricas, que nada tienen que ver con el gas natural.

Europa debe afrontar estos efectos de forma inmediata. Para ello debe sacar el gas natural de la ecuación en la formación de precios de la generación eléctrica.

Debe reformarse de manera urgente el sistema de subastas marginalistas para evitar que los precios desorbitados del gas natural contaminen los precios de todo el sistema eléctrico. Podemos acabar viendo como algunas empresas llegan a tener sus beneficios absolutamente hinchados por los efectos de esta guerra a costa de los bolsillos de la ciudadanía española y europea.

Europa debe tomar decisiones de manera urgente. Lo está haciendo ya con las sanciones que se van a imponer a Rusia por sus actos contra la legalidad internacional y la agresión al pueblo ucraniano. Pero debe tomar decisiones también para proteger al pueblo europeo de los efectos colaterales que esto va a producir. Muy especialmente cuando estas decisiones están totalmente en

sus manos. Europa debe protegerse.