La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, dimite tras 8 años gobernando

Terremoto político en Reino Unido con epicentro en Edimburgo. La líder del Partido Nacional Escocés (SNP), Nicola Sturgeon, ha anunciado su dimisión como ministra principal de Escocia y líder de la formación, cuestión que había avanzado en exclusiva este miércoles la BBC. Su renuncia al cargo se produce tras más de ocho años al frente del Ejecutivo autonómico y se materializará después de elegir a la nueva o nuevo dirigente del partido.

La ministra principal ha realizado el anuncio durante una conferencia de prensa en el icónico Bute House, la residencia oficial del primer ministro en Edimburgo. Desde allí ha apuntado a factores como el cansancio acumulado en tres décadas de carrera política, pero no ha ocultado que la polémica con la ley trans escocesa habría podido acelerar una decisión que asegura ha sido meditada en el tiempo: "Esta decisión no es una reacción a las presiones a corto plazo".

Sturgeon ha dado estas pistas tras señalar que "sé que habrá personas en el país que estarán decepcionadas con esta decisión", pero que "por el contrario habrá otros que piensen que es lo correcto", a su juicio, lo que hace "bella" a la "democracia". 

De hecho, la ministra encargada escocesa saliente ha asegurado que "esta decisión viene de una evaluación, de una valoración a largo plazo", pero que se ha tomado tratando de responder a una serie de preguntas: "¿Puedo yo seguir adelante por el bien del país, del partido y por la causa de la independencia?". 

Sturgeon también ha reconocido que "hay temas difíciles a los que se tiene que enfrentar el partido", pero ella ya ha pasado tres décadas luchando y que ha acabado dando el paso sin dejar de pensar en el "amor por su partido, pero, por encima de todo, a mi país". Sí, Escocia.

Precisamente, esta supuesta retirada de Sturgeon, llega tras un renovado momento de tensión con Londres, que se negó a aprobar el nuevo referéndum sobre la independencia de Escocia que reclama el SNP. Con más fuerza aún desde el divorcio comunitario que supuso el Brexit y que generó gran rechazo en Escocia. 

¿Por qué dimitir ahora?

La propia Sturgeon ha puesto sobre la mesa todos los factores que le han llevado a tomar una decisión de este calado. No obstante, este movimiento ya era esperado en algunos sectores de la sociedad británica. Según ha explicado el corresponsal político jefe de la BBC, Nick Eardley, esta noticia llega en un momento complicado para el nacionalismo escocés. 

La razón está detrás de cuestiones como el varapalo recibido, primero, por el Gobierno británico de la fugaz Liz Truss, que se negó a autorizar un segundo referéndum de independencia en la región. Y después con el rechazo del Tribunal Supremo británico a realizar la consulta sin permiso de Londres.

La otra gran pata se halla en la reforma de las leyes de reconocimiento de género que desataron polémica dentro y fuera del SNP. Tanto que llevaron a Londres a tomar cartas en el asunto y ejercer su derecho a veto. A mediados del pasado mes, el ministro británico para Escocia, Alister Jack, emitió una orden que impidió que el proyecto de ley sobre la autodeterminación de género en Escocia, aprobado en diciembre, fuese finalmente ratificado.

En este sentido, la ley facilitaba la transición a las personas transgénero y rebajaba la edad legal de 18 a 16 años para poder hacerlo, pero la popularidad de Sturgeon cayó en picado y comenzaron a saltar las alarmas cuando las encuestas no le eran favorables por primera vez desde hacía mucho tiempo. Para hacerse una idea, el último sondeo del rotativo The Times recogía que cuatro de cada diez escoceses querían su dimisión.

En un plano más interno, y según el corresponsal de la BBC, también se habrían registrado tensiones en el partido para mantener la apuesta por el segundo referéndum de independencia.

El periodista británico también recuerda que esta posibilidad no ha surgido de repente y que "desde hace un par de años, se ha especulado sobre el futuro de Sturgeon", apuntando que hasta "ha habido sugerencias de que podría buscar un trabajo en una ONG internacional".

Un rostro que encarna el nacionalismo escocés

Para hacerse una idea de la dimensión de lo que supone la salida de Nicola Sturgeon del Gobierno autonómico hay que remontarse a los inicios políticos de la persona que lleva casi una década dirigiendo Escocia. Ha sido miembro del Parlamento escocés desde 1999, pero no llegó a las riendas del SNP hasta el 2004 cuando se convirtió en líder adjunta. 

Por aquel entonces, el rostro del nacionalismo escocés lo encarnaba Alex Salmond, hasta que en septiembre de 2014 tuvo lugar el momento clave para esta región desde que había sido integrada en el Reino Unido. El referéndum de independencia en el que se impuso el 'no' por un 55.3% frente al 'sí', que se quedó en el 44,7%. 

El sueño de una Escocia independiente se apagaba el 18 de septiembre y en noviembre Sturgeon era elegida líder del SNP, iniciando un camino destinado a demostrar que la pretensión de llegar a ser una nación fuera del control de Londres solo se había echado a dormir. 

Con todo, y más allá de las aspiraciones, en la última década Sturgeon se ha convertido en la ministra principal de Escocia que más años ha gobernado y su figura está tan ligada a las siglas de la formación que no sería descabellado preguntar quién depende más del otro. El tiempo responderá a esta cuestión. Y, de paso, funcionará como una prueba de fuego al independentismo que más cerca estuvo de lograr legalmente la independencia en Europa.