Ciberguerra en Asia

Ciberguerra en Asia

La ciberguerra es uno de los temas que más se debaten hoy en día en los foros sobre relaciones internacionales. En Asia también se está viviendo una importante carrera entre las diferentes naciones para dotarse con capacidad de combate en el ciberespacio.

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La ciberguerra es uno de los temas que más se debaten hoy en día en los foros sobre relaciones internacionales. El caso de Estados Unidos y sus operaciones conjuntas con Israel contra Irán, el caso de Stuxnet, ha sido una de las operaciones que más han dado que hablar el año pasado. Pero en Asia también se está viviendo una importante carrera entre las diferentes naciones para dotarse con capacidad de combate en el ciberespacio.

De hecho, mientras se habla de un incidente armado que genere en una guerra regional, ya se producen ciberataques. Aunque su autoridad siempre es difícil de certificar (o que se haga en nombre de un gobierno, y no de un grupo criminal). Muchos apuntan a China, que es una verdadera potencia en este terreno. Pero otros países de su entorno también se preparan para la defensa y el ataque en la Red.

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El Ejército chino desarrolal su capacidad de ciberguerra. Fuente: Wikimedia.

China: es para muchos la potencia más agresiva en el terreno de la ciberguerra. El Ejército de Popular de Liberación es consciente de su inferioridad en un conflicto convencional con Estados Unidos, pero en el ciberespacio puede reducir, si no superar, las habilidades estadounidenses. Se le acusa de tener un gran número de ciberguerreros que han "asaltado" a las compañías más avanzadas en el sector de la tecnología para robar información que pudiera ser útil para reforzar las capacidades chinas de combatir en el ciberespacio. Por su parte, Beijing solo reconoce que desarrolla capacidades defensivas para responder ataques exteriores contra sus redes.

Los expertos consideran que el ciberejército chino es una organización que opera clandestinamente, no tiene una estrucutra reconocida como el Cibermando de Estados Unidos. Además del robo de datos, su doctrina va encaminada a atacar los sistemas de comunicación e información del enemigo en caso de conflicto, así reducirían la ventaja tecnológica de las fuerzas militares occidentales. Entre 2001 y 2011, China habría lanzado 18 ataques contra Estados Unidos. Tampoco hay que olvidar que esta capacidad de acción en la Red también se usa para la represión con el célebre Gran Firewall.

Corea del Norte: para algunos es la otra gran potencia asiática en este terreno, con capacidades que rivalizarían con China y Estados Unidos. Entre sus acciones destaca el ataque que causó malfuncionamiento en los dispositivos de GPS de Corea del Sur en mayo de 2012, causando problemas en la coordinación del tráfico aéreo y marítimo. Los ciberguerreros de Pyongyang estarían encuadrados en sus fuerzas especiales (coordinadas por la Oficina General de Reconocimiento, el organismo encargado de las célebres operaciones de infiltración de este régimen).

Incluso se sospecha que el 4 de julio de tres años antes estuvo ante un gran ciberataque contra ordenadores de su vecino y de Estados Unidos, los servidores de lugares como la Casa Blanca o el Pentágono se vieron afectados. Aunque el daño fue mínimo se puso de manifiesto la vulnerabilidad existente ante este tipo de acciones. Fuera o no responsabilidad de Pyongyang, lo cierto es que EEUU tiene muy presentes las capacidades norcoreanas en este ámbito.

India: este gigante también está preocupado por su seguridad. Considerado como un referente en la industria del software, el país quiere mejorar sus capacidades de respuesta tras los acontecimientos de los últimos años. Nueva Delhi se siente en inferioridad frente a sus rivales, y la prensa del país se muestra bastante preocupada por esta situación.

Los miedos son fundados. Acusó a chinos y pakistaníes de realizar una serie de ciberataques durante los juegos de la Commonwealth en 2010 para dañar sistemas de información. Ese mismo año también fue víctima de un robo de datos de ordenadores de delegaciones diplomáticas e instalaciones militares. Nuevamente los hackers chinos parecían estar detrás. Para colmo, fue víctima colateral de la ciberguerra entre Irán y Estados Unidos-Israel, 80.000 ordenadores indios fueron víctimas del temido virus Stuxnet.

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La central de Fukushima pudo ser víctima de un descontrolado virus Stuxnet, diseñado para atacar el programa nuclear iraní. Fuente: WIkimedia.

Japón: fue uno de los primeros países que advirtió de los riesgos de la ciberguerra, en una fecha tan temprana como en 2000. Las Fuerzas de Autodefensa (aka el ejército nipón) propuso a las naciones de la ASEAN trabajar en un marco conjunto de defensa del ciberespacio, no la mencionan pero seguro que tienen en cuenta a China. Se espera que este año Tokyo intensifique su capacidad de respuesta.

Los japoneses han sufrido diversos ataques a sus empresas para el robo de información. Nuevamente, muchos han culpado a China de estas acciones, aunque como siempre Beijing niega todo conocimiento. Asimismo, el País del Sol Naciente fue víctima del descontrolado virus Stuxnet, que incluso podría haber afectado algunos ordenadores en Fukushima antes del tsunami de 2011.

Otras naciones asiáticas: Vietnam tuvo su propio enfrentamiento con China en el ciberespacio durante un incidente naval sobre las Spratly en 2011. Hackers de ambos países dejaron mensajes patrióticos en las webs gubernamentales del rival. Fue un nivel de escalada controlado e incluso puede parecer infantil para algunos. Pero para otros puede ser una muestra de cómo existe la capacidad de llegar a lugares gubernamentales y causar más daño.

Taiwán también es uno de los países que apuesta desde el año 2000 por la ciberdefensa. En sus tradicionales maniobras militares Han Kuang también incluye el entrenamiento de sus fuerzas ante el ataque de cientos de virus informáticos contra sus sistemas de comunicación militar.

De momento, estos ciberataques han sido limitados: robos de información, negación del servicio (DDoS), etc; de momento no es tan apocalíptica como muchos auguran (otros la consideran una exageración). Pero los países se están tomando en serio el desarrollo de capacidades defensivas ante estas amenazas, por lo que convendrá estar atentos a los campos de batalla virtuales.