La compra de fresas españolas por parte de algunos grandes minoristas italianos no ha sentado muy bien en el país liderado por Meloni, que ha advertido que una importante compañía de Italia ha optado por comenzar a adquirir esta fruta a España. 

Según Coldiretti Campania, "los consumidores deben tener mucho cuidado antes de poner una cesta de fresas en el carrito. Si en la publicidad publicada en las tiendas o en los folletos se habla de fresas italianas, el origen debe estar claramente escrito en la etiqueta adherida al producto". 

Ante esta situación, los productores locales de fresas de Campania, los cuales cuentan con el 70% de su producción para cosechar y temen que su precio se desplome aún más. Una de las cuestiones que han pedido es endurecer los controles sobre las prácticas de compra de los grandes minoristas que ponen en riesgo a los pequeños productores locales de kilómetro cero. 

"Hay dos partes que hay que proteger: por un lado, están las empresas que planifican el ciclo de producción en función de los pedidos de la gran distribución y, por otro lado, los consumidores que esperan probar fresas de kilómetro cero, y, en cambio, se encuentran con un producto que ha recorrido un largo camino antes de ponerse a la venta", defiende el medio italiano paesenews.