Pablo Rivero: "Creo que si solo hubiera hecho 'Cuéntame', no hubiera aguantado"

Pablo Rivero: "Creo que si solo hubiera hecho 'Cuéntame', no hubiera aguantado"

El actor y escritor presenta su sexta novela 'La matriarca' (Suma de letras).

Pablo Rivero en una imagen promocional.RomerodeLuque

La brecha digital atañe al 54% de los mayores de 50 años y hasta al 76% en el caso de las personas de más de 80 años, según datos del Observatorio Sénior de 65YMÁS. Estos datos y otros tantos como los desgraciadamente comunes casos de maltrato y vejaciones a personas mayores han servido como inspiración para Pablo Rivero en su sexta novela, La matriarca (Suma de letras), publicada este 14 de marzo.

En el libro se aborda la historia de Felicidad, madre de tres hijos y abuela, que ve cómo la realidad de su barrio y del piso del que es propietaria cambia, mientras está totalmente expuesta a los cambios en las tecnologías en trámites hasta ahora sencillos como ir al banco. Esto, sumado al deterioro cognitivo y la inseguridad que le genera casos como el de otra anciana que ha aparecido fallecida en su bloque de viviendas, la hacen vivir aterrada.

Para narrar esta historia, además de documentarse, se ha nutrido de sus anteriores trabajos, como Las niñas que querían ser vistas o La cría, en las que también se abordan los peligros de la exposición en las redes sociales, aunque en este caso se trata de los menores. Pero no solo eso, Rivero destaca que las mujeres "pilares de la familia" y que han "llevado para delante su negocio y su casa" le han servido de inspiración. 

Para La matriarca has querido unir de cierto modo la historia con la que ya contabas en La cría, tanto por la teniente de la Guardia Civil Candela Rodríguez como por la mención que haces al otro caso en diversas ocasiones, ¿a qué se debe esta continuidad?

Lo que sí me gustaría como que quedara claro que realmente no es una segunda parte, o sea, que no es una trilogía ni nada. Si no has leído La cría lo puedes leer perfectamente, te enteras de todo.

Lo que pasa es que con La cría la historia arrancó a raíz de la promoción que empecé a hacer con Las niñas que soñaban con ser vistas, que una de las tramas era que querían ser vistas en las redes porque eso se traduce en éxito y en que las grandes marcas se fijen en ellas como para promocionarlas y tal en Instagram y se dan cuenta que al final lo que anuncian son ellas mismas y no el producto. 

Entonces cuando hablaba de eso de que eran adolescentes me di cuenta que en la prensa se hablaba mucho de los menores en redes, los niños, los adolescentes... Que los adolescentes tienen ya capacidad de decisión, pero ¿qué pasa con los niños que no tienen la libertad de decidir ni conocen las consecuencias? De ahí salió La cría.

A partir de ahí empecé a ver también muchas publicaciones con mayores y me entró un poco el dilema. Yo soy muy reservado y soy como muy respetuoso con la privacidad y sobre todo con la gente que tengo alrededor. Cuando han sacado a alguien, amigos míos en la playa en revistas o lo que sea, he visto cómo lo han pasado mal, de decir 'no me voy a volver a poner el bañador a tu lado'. También vídeos que parecen graciosos a mí no me hacen ninguna gracia.

Muchas veces me lo planteo con la gente mayor. Cuando veo vídeos de gente que vejan a los mayores o alguno se tropieza o alguien que le hace una coña a un señor mayor y tal. Vi ahí un debate, porque intento siempre crear debate.

Me apetecía poner el foco en los mayores. Con el editor y demás hablé si tratar un solo caso, me podría haber inventado a otros guardias civiles, a otros policías, pero pensé que también la gente los conoce y creo que a través de ella, que ha vivido la exposición de los menores, también era interesante. Sobre todo porque Candela tiene un planteamiento muy radical sobre las redes, que muchos lectores piensan que es el mío. Me interesa para luego tener un personaje enfrente y que el lector pueda debatir.

"Vivimos en un mundo en el que hemos pasado de idolatrar a los mayores a tenerlos casi apartados"

Además, como plasmas en la novela en muchos casos son perfiles de mayores creados por los hijos, los nietos... ¿Hasta qué punto se están lucrando con la imagen de un mayor?

Bueno, en defensa de la hija diré que depende de las relaciones. Tú sabes qué relación tienes. O sea, creo que eso solo lo sabe la persona que lo está haciendo con la persona que está expuesta. A mí me pasaba con La cría, que me decían que estaba criticando que la gente que expone a sus hijos son peores padres. Ni mucho menos. Lo que denuncio es que tienes que saber las consecuencias.

Los mayores tienen menos consecuencias, pero tienen otro tipo de consecuencias que son más dependientes y que muchos tienen dificultades cognitivas y no son del todo conscientes. Como dicen los estudios, muchos son abusados o alguien maneja su dinero sin que lo sepan, pero otros muchos son dependientes y ya, están bien, no son víctimas.

Para documentarte o para inspirarte, ¿has tomado noticias reales, casos reales de esos abusos?

Muchísimos. Lo hice La cría, y me ha pasado con este también, que a la hora de desarrollarlo ha sido casi como si hiciera un ensayo sobre el tema. He buscado todos los puntos que a mí me interesaban también para darle un desarrollo y contar algo a través de cada uno de los sospechosos del caso.

Me di cuenta también que me pasa a mí que tengo 43 años cosas que dices que son achaques ya de la edad, a nivel corporal que dices "ya no estoy como estaba, no soy tan joven" como que de repente tienes una hernia y no te puedes levantar de la cama y eres dependiente de alguna manera.

Luego, como no estés muy avanzado tecnológicamente y demás, o sea, seas un poco paquete, como yo, que te dicen "es que no te has enterado del banco que te han dado un aviso de la aplicación", pero ya nadie habla contigo, todo es por la aplicación, con links del banco, llamadas para la compañía de la luz, que te tienes que fiar de la persona.

A mí me ha pasado con llamadas, de estar hablando una hora como cuento en el libro, de decir "me están timando, pero está tan bien hecho". Llegó un momento que pensé "¿Qué pasaría si de repente reconociera la voz?".

Pensé que si me pasa a mí que tengo 43 a personas más mayores, como mis padres, o personas con dificultades cognitivas, qué pasaría. Vivimos en un mundo en el que hemos pasado de idolatrar a los mayores a tenerlos casi apartados. Gente tipo la matriarca, una tía independiente, que ha llevado un negocio, ha llevado la familia, de repente tiene una edad y tiene que estar a codazos porque la intentan vapulear por todos lados, incluidos los familiares.

Como actor, ¿crees que hay edadismo, también especialmente hacia las mujeres? Hay compañeras que denuncian lo difícil que es tener papeles a partir de los 40 años.

Creo que eso está cambiando, que hay personajes y hay actrices que sí que están ahí. Igual nos pasa a los actores, eh. Nos quedamos en un limbo muy raro, porque hay unas edades en las que no eres el novio ni el padre. O sea, yo ahora, hay determinados personajes que tendría que hacer por mi edad y que los hacen gente de 30.

Todos los abogados, todos los profesores, de series que empiezan tienen 30, ¿entonces dónde estamos cuando tenemos 41 o 42? En nuestra profesión, yo creo que hay algo de cultura al cuerpo, que se ve en los Oscars: todos tienen unas pieles, son perfectos...

Puedes ser mayor, pero tienes que ser especial. Es verdad que está cambiando, que se está haciendo un tipo de cine mucho más normal y con físicos más normales, también creo que se está avanzando con las mujeres, pero queda muchísimo por hacer todavía.

Noto que hay una generación de mujeres que incluso la que ha trabajado o que trabaja en casa o con sus propios negocios han llevado las dos cosas, han sido pilares. Precisamente viendo casos reales de desapariciones y cosas así, cuando se ha cuestionado a los hijos o se han perdido. Siempre se les pregunta, ¿pero cómo le ha dejado a su madre hacer sola todo eso?

Me hacía mucha gracia una frase en el libro que es como "si mi madre no hace eso, se muere, ella necesita esa actividad". Un tema que yo debato en el libro es como, ¿hasta qué punto lo necesita? ¿Qué es lo que ella necesita? También se lo han enseñado y si no lo hace y es eficiente y ayuda a todos, igual nadie le va a hacer ni caso. Necesita validarse, a lo mejor querría estar en una tumbona disfrutando y leyendo. Que hay muchas mujeres que lo hacen, que se jubilan y viajan y disfrutan, que cuando las veo digo "ole tú", pero hay otras muchísimas que no, que sienten que si no están ahí al pie del cañón e intentando ayudar a todos y trabajar para todos, a lo mejor no tendrían su sitio.

"Nos quedamos en un limbo muy raro, porque hay unas edades en las que no eres el novio ni el padre. O sea, yo ahora, hay determinados personajes que tendría que hacer por mi edad y que los hacen gente de 30"

El cuidado siempre se ha impuesto durante muchos años a las mujeres en cierto modo. 

Es un tema de educación y casi de tradición. Creo que ha impuesto que es la validez era esa y que se tenga que cargar. En los hijos también algo de que no lo haces porque ya lo hace tu madre que lo necesita para ser feliz o porque también es muy cómodo que te lo hagan. Y ahí me incluyo yo, que muchas veces me dicen que critico desde fuera a los influencers o lo que sea. 

Oye, que yo cuando hablo de los influencers es porque yo también he estado pendiente de los likes y demás. Intento hablar de cosas que reconozco de alguna manera.

  Pablo Rivero en una imagen promocional.RomerodeLuque

Y estando tu nombre tan asociado durante tantos años al personaje de Toni en Cuéntame y a una "matriarca" con la que has trabajado tanto año ese papel que era Herminia, el papel de María Galiana, ¿te ha servido en cierta forma tantos años de trabajo con ese personaje?

Bueno, mi madre ha sido inspiración total, las abuelas... Nada es porque sí. Además en el trabajo como actor es gracioso que a veces haces una película y atrae lo demás. Por ejemplo, cuando estaba en Cuéntame hice una comedia en vacaciones y cuando volví, me habían escrito todo comedia. 

O sea, hay algo como de las energías, de lo que se atrae. Hice una película que se llama Neckan, que era un thriller. Un género que no había hecho nunca en la serie y, de repente, era todo lo de Marruecos, etc. 

Y este año de alguna manera, estuve en una película que se llama El Molino, que se ha estrenado en Málaga, y habla de eso, de la tradición, de la tecnología, de tal... De otra manera,  que no tiene nada que ver con la matriarca ni los temas que yo trato, pero tiene algo que ver con eso.

Pero la esencia de la peli tiene algo que ver con eso. Y este año al final, se está rodando mientras estaba escribiendo el libro. Realmente, los guiones de Cuéntame los recibí en abril y yo ya estaba con la historia. Pero tiene que ver con eso también, ¿no? Con la abuela, con el pilar de la familia... Al final, creo que es mi libro con el que la gente más se va a sentir identificada, aunque sea un libro trepidante, un thriller dirigido a gente joven, pero también a las mujeres y a la gente mayor o ese tipo de mujeres que todos tenemos alrededor, que nos han levantado.

En el caso de María Galiana, es un personaje como Felicidad, solo que María es listísima, muy inteligente y resolutiva, incluso con la tecnología, pero es una excepción.

¿Cómo combinas el escribir una novela como esta con el teatro, con el que estás con La importancia de llamarse Ernesto, hasta hace nada la serie o la película El Molino?

Lo que intento es compartimentar. Por ejemplo, ya estoy escribiendo la siguiente novela, tengo el título y todo porque este año me he puesto muy pronto. Me habían ofrecido otra serie que molaba un montón y tal, pero no pude cogerla porque tenía que correr con este libro. Voy un poco como haciendo esquí, ¿sabes? Sorteando de un lado para otro, tocando metas, me voy organizando. 

El teatro el año pasado me coincidió justo con la fase final en la que el libro ya estaba escrito y eran solo correcciones, entonces me apañé lo que estoy haciendo ahora.

He tenido que ensayar, pero es la obra del año pasado y ya tenía entregado el libro. He tenido suerte, pero hay momentos como la semana pasada en Málaga con más jaleo. Pero el año pasado estaba rodando a la vez que la promoción del libro y empezaba a ensayar. Siempre hay momentos caóticos, pero me organizo bien. 

Tenía otra serie para primavera y no la he podido hacer porque tenía la gira de teatro, tenía las bolos y demás cosas. Mi meta es a partir por lo menos de junio, julio, tener muy avanzado el siguiente libro para poder rodar, para estar libre me apetece hacer otra serie, otra peli, lo que sea.

¿Y qué supuso para ti el fin de Cuéntame? ¿Fue un momento catártico?

El final de Cuéntame, pues al final para mí es un trabajo. Si es que al final, es un trabajo que hemos tenido mucha suerte, que ha durado muchos años, que hemos hecho familia y demás, pero creo que he sido muy feliz porque he tenido la suerte de poder hacer otras cosas a la vez y me ha dado una estabilidad.

Creo que si solo hubiera hecho Cuéntame, no hubiera aguantado. De hecho, me pasó un año, que me fui a escribir el primer libro. O sea, creo que también hice lo normal de un actor, que es reciclarme y demás.

Por suerte he podido hacer otras cosas, teatro y demás. Ha sido como un entrenamiento continuado. Pero también hay que entender que era una excepción, no era lo normal. También hay un punto, que yo estaba preparado para que acabara y sentía como actor que había hecho todo lo que tenía que hacer. O sea, no me quedaba con la espinta.

Antes de Cuéntame había hecho ya una serie diaria que me encantaba, que se acabó de repente y era una pena. Pero aquí no siento que me haya quedado a la mitad de nada, estoy satisfecho.

Pero sí que fue un punto que vino Ricardo [Gómez] después mucho tiempo a la despedida. Era la despedida de María [Galiana], a todos nos toca. Primero por ella y porque a todos en algún momento se nos han muerto los abuelos, le ha pasado al espectador, toca la tecla de emocionarnos. Pero no ha pasado el tiempo suficiente como para echarlo de menos. Pensaba menos mal que he terminado porque me tengo que poner con el libro y ensayar, etc. 

A lo mejor si estuviera en mi casa sin hacer nada, pues no me hubiera quedado peor. Pero es verdad que el ir a grabar, ese gusanillo, lo echo de menos. Por suerte tengo la obra de teatro que me gusta muchísimo y lo disfruto mucho, con la que estaremos en El Pavón mes y medio en primavera y ahora empezamos gira. Pero empezando a rodar algo.

Viendo los éxitos de thrillers como Reina Roja o La chica de nieve en la pequeña pantalla, ¿ves adaptando alguno de tus libros a serie?

Bueno, hay cositas por ahí, lo que pasa es que estos procesos son lentos. Tú fíjate, Reina Roja cuándo se publicó. Lleva su tiempo, pero probablemente sí, habrá adaptaciones.

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es