La embarcación, según la oenegé Caminando Fronteras, se hundió en un punto del Atlántico a 55 kilómetros de la costa de Marruecos, en aguas internacionales.
La Delegación del Gobierno de Canarias adjudica un contrato a una empresa especializada la destrucción de las 530 embarcaciones que han llegado este año.
La barca, pintada de múltiples colores, al uso tradicional de los pescadores de Senegal, transportaba sobre todo hombres jóvenes adultos, pero también dos niños.