Los humanos somos una especie muy flexible. Allá donde nos pongan, vamos a adaptarnos. Si hace unas décadas alguien nos hubiera dicho que en unos cuantos años habría policías en cada escuela para proteger a los niños de xenófobos/extremistas/maníacos racistas movidos por el odio y armados, así como de sus propios compañeros con armas, hubiéramos pensado que estaba loco.