Una Ley para la formación de nuestros artistas

Una Ley para la formación de nuestros artistas

Apostar decididamente por las enseñanzas artísticas es un desafío inexcusable, necesario y relevante para el progreso de nuestro país.

Un concierto en MadridEuropa Press via Getty Images

Son muchos los estudios que permiten constatar el importante papel que la cultura y las industrias creativas y culturales desempeñan en el desarrollo de las sociedades modernas, no solo por los efectos positivos que ejerce en la vida cotidiana el reconocimiento de la importancia de las artes y la cultura, sino por los beneficios económicos que generan dichas industrias, que se han convertido en un sector estratégico fundamental para el desarrollo productivo, la competitividad y el empleo.

Apostar decididamente por las enseñanzas artísticas en España, dotarlas del marco apropiado y específico que requieren, respetando sus peculiaridades, e integrarlas plenamente en el Espacio Europeo de Educación Superior se convierten en desafíos inexcusables, necesarios y relevantes para el progreso de nuestro país.

La Ley de Enseñanzas Artísticas persigue garantizar la democratización y la igualdad de oportunidades en el acceso a esta formación, proporcionando al estudiantado una formación artística de calidad. Se responde así, con eficacia y transparencia, a las demandas sociales, culturales y económicas, tanto nacionales como internacionales.

Las propuestas, prioridades estratégicas y objetivos de la Unión Europea y de la UNESCO pueden, y deben, tener también especial incidencia en las Enseñanzas Artísticas, situando como finalidad última el proporcionar al estudiantado una formación artística de calidad que sea útil en lo personal, lo laboral y lo social. Una formación que sea partícipe de las estrategias coordinadas para la protección y el fomento del arte y la cultura que postula la Unión Europea, y se oriente hacia la obtención de profesionales de las artes altamente cualificados y preparados para la movilidad y la libre circulación en ámbitos internacionales.

A través de sus tres niveles -elemental, profesional y superior-, La Ley de Enseñanzas Artísticas va a garantizar la formación de los futuros profesionales de la música, la danza, el arte dramático, las artes audiovisuales, la conservación y restauración de bienes culturales, las artes plásticas y el diseño y la escritura creativa, con las cualificaciones necesarias.

Son objetivos de esta Ley la difusión y la transferencia e intercambio del conocimiento en el campo de las artes; también la innovación y la investigación, en sus dimensiones teórica, tecnológica, científica, creativa y performativa; y la contribución al crecimiento económico y al impulso de los sectores tecnológicos.

Se diferencian dentro de las enseñanzas superiores dos ciclos, correspondientes a los estudios de grado y de máster, respectivamente, que son regulados en la forma de acceso, plan de estudios y titulación de dichos estudios. Se contempla también la realización de estudios de doctorado en el marco de la educación universitaria.

Parece lógico también que el alumnado vea reconocido su derecho a la participación en los órganos de gobierno, a través de su incorporación en el Consejo estatal de Enseñanzas Artísticas. Además, se recogen los derechos y deberes específicos de quienes cursan estas enseñanzas, junto con la creación de un Estatuto Básico del Estudiante de estas disciplinas. Entre las novedades de la ley destaca el reconocimiento del derecho a acceder en las mismas condiciones que el universitario al sistema de becas y ayudas al estudio.

Por otro lado, también es deseable la ordenación de las figuras docentes y de sus cuerpos, que el profesorado cuente con una cierta flexibilidad y nuevas expectativas de mejora laboral y profesional, como los supuestos de compatibilización de la actividad docente con la creativa, performativa o investigadora. La Ley crea cuatro cuerpos docentes: de profesores y de catedráticos de Enseñanzas Superiores, y de profesores y de catedráticos de Enseñanzas Profesionales, además de mantener el Cuerpo de Maestros de Taller de Enseñanzas Artísticas.

La autonomía pedagógica y organizativa era una de las asignaturas pendientes en los actuales centros donde se imparten las Enseñanzas Artísticas. Con la nueva ley, los centros crecen en autonomía académica y se establecen nuevos tipos de relación con la Universidad y otras instituciones, con la creación de nuevas figuras de asociación; entre ellas, el Campus de las Artes.

Es importante destacar el establecimiento de las equivalencias de las enseñanzas artísticas profesionales con otras enseñanzas. Se prevé también la correspondencia entre las enseñanzas profesionales de música y de danza y los niveles establecidos en el Marco Español de Cualificaciones para el Aprendizaje Permanente, para garantizar su adecuada alineación con las correspondientes a estudios equiparables en otros países pertenecientes al espacio europeo.

Esta ley responde a un gran anhelo de los colectivos artísticos, largamente esperado desde la LOGSE, hace 33 años, que las definió como Enseñanzas de Régimen Especial. En esta ley se conjugan múltiples y muy diversos intereses que representan la pluralidad del sector, tanto de las enseñanzas artísticas superiores como de las profesionales. Y se abren nuevas perspectivas en el ámbito de las artes y de la creatividad. Por ello, la nueva ley debe prever la creación de nuevas enseñanzas y especialidades, adaptadas al siglo XXI.

Las enseñanzas artísticas de calidad son un pilar fundamental para el progreso de una sociedad creativa, innovadora y flexible, preparada para enfrentar con decisión los retos y desafíos del futuro. 

Mª Luz Martínez Seijo es secretaria de Educación y FP del PSOE y Portavoz de Educación del GPS en el Congreso.