Golpe histórico las "sustancias químicas eternas" que contaminan el agua potable a escala mundial
La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) ha dado un paso significativo en la lucha contra las "sustancias químicas eternas" al establecer límites extremadamente bajos para la presencia de seis moléculas pertenecientes al grupo de los PFAAs (sustancias poli- y perfluoroalquílicas). Estas sustancias, conocidas como "forever chemicals" (contaminantes eternos), son ampliamente utilizadas en la industria y se caracterizan por su persistencia en el medio ambiente, así como por su asociación con numerosos problemas de salud.
El anuncio de la EPA incluye límites estrictos para las dos moléculas PFOA y PFOS, que están vinculadas a formas tumorales y se consideran cancerígenas para los humanos. Para estas sustancias, la EPA ha establecido un límite igual a cero técnico, lo que refleja la determinación de eliminar por completo su presencia en el suministro de agua potable. Se estima que esta medida evitará la exposición de aproximadamente cien millones de personas a los PFAAs en el agua potable, lo que potencialmente evitará miles de muertes relacionadas con estas sustancias.
Esta acción forma parte de la Hoja de Ruta Estratégica de la EPA para los PFAAs, en la que la administración Biden está invirtiendo un total de nueve mil millones de dólares, la mayor cantidad de recursos jamás destinada a abordar los contaminantes eternos. Estos fondos se utilizarán para ayudar a las comunidades a hacer frente a la contaminación del agua potable por PFAAs y otros contaminantes emergentes, con el objetivo de proteger la salud pública a nivel nacional.
Mientras tanto, en Europa, las medidas adoptadas muestran un enfoque diferente. Aunque se están tomando medidas para prohibir los PFAAs en ciertos contextos, como el contacto con alimentos, el enfoque general sigue siendo menos restrictivo que en los Estados Unidos. La presencia de contaminantes químicos en el agua será monitoreada, pero no hay obligaciones específicas en cuanto a límites de concentración. A pesar de los esfuerzos de algunos países europeos, como Dinamarca, Suecia y Francia, que han impuesto límites más estrictos, la regulación a nivel europeo aún está rezagada en comparación con los estándares establecidos por la EPA.