El Gobierno tendrá 22 ministerios como ahora y 12 estarán dirigidos por mujeres

El Gobierno tendrá 22 ministerios como ahora y 12 estarán dirigidos por mujeres

'El País' avanza que Sumar mantendrá cinco carteras, la misma proporción que Unidas Podemos tiene en el gabinete en estos momentos. 

Pedro Sánchez, felicitado por sus vicepresidentas tras se investido presidente, la semana pasada.Europa Press via Getty Images

El próximo Gobierno de España tendrá 22 ministerios, los mismos que hasta ahora, de los que 12 estarán dirigidos por mujeres como ya ocurría también. Lo ha adelantado el diario El País, que dita fuentes del Ejecutivo de Pedro Sánchez. 

El mandatario socialista ha acordado con Yolanda Díaz que Sumar, su formación, gestionará cinco carteras. Justo lo que la dirigente de izquierdas pretendía. "La cifra no es casual: representa la misma proporción de despachos ministeriales que Unidas Podemos negoció con el PSOE en la experiencia del primer Ejecutivo de coalición desde la Segunda República", indica el diario. 

Díaz revalidará la vicepresidencia de Trabajo y aspira a mantener el Ministerio de Derechos Sociales, para el que había pensado en Nacho Álvarez, que renunció el viernes tras el desacuerdo entre Sumar y Podemos, de cuya dirección seguía formando parte y considerado una de las figuras más reputadas del espacio político a la izquierda del PSOE. 

Pablo Bustinduy, exdiputado y excoordinador de Podemos en el Parlamento Europeo, es la alternativa que se baraja en lugar de Álvarez. Sumar también quiere Sanidad, Cultura y una cartera de nueva creación: Infancia y Juventud. Todo apunta a que la ministra de Sanidad será Mónica García, anestesista de profesión y actual portavoz de Más Madrid; y que Ernest Urtasun, eurodiputado de los comunes y portavoz de Sumar, dirigirá el Ministerio de Cultura.

A falta de que Sánchez acabe con el suspense del nuevo Gobierno, lo que parece claro es que el presidente reserva varias sorpresas para carteras ministeriales pero se blindará con su núcleo duro. Eso es, mantendrá la estructura de La Moncloa que dirige Óscar López, su jefe de gabinete, que conoce como pocos la sala de máquinas del Gobierno y también del PSOE, del que fue secretario de Organización.

Es previsible que no haya sorpresas en nombres como los de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, o el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, con la duda de si alguno como el titular de Presidencia cambia o no de cartera. Ven bastante probable junto a ellos a la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, pese a que si es elegida el próximo 8 de diciembre presidenta del Banco Europeo de Inversiones, Sánchez tenga que relevarla.

Y aunque hay otros ministros que creen que se sumarán a los que se quedan, como la ministra de Educación y portavoz del partido socialista (PSOE), Pilar Alegría, prefieren evitar especulaciones a horas de que se conozca ya la lista definitiva.

El presidente del Gobierno ha estado afinando la composición de su nuevo Ejecutivo tras un fin de semana de contactos, en los que pidió a sus interlocutores la máxima discreción hasta que este lunes se haga pública la composición de su nuevo Gabinete.

La previsión es que Sánchez comparezca en el Palacio de la Moncloa, sede oficial del Ejecutivo, para comunicar la lista de gabinete y que tras la publicación de sus nombramientos en el Boletín Oficial del Estado el martes, ese mismo día prometan sus cargos ante el rey Felipe VI, y a continuación se celebre la primera reunión del nuevo Consejo de Ministros.

Fuentes socialistas señalaron a EFE que durante todo el fin de semana Sánchez ha hablado con diversos interlocutores a los que les ha trasladado si cuenta o no con ellos para su nuevo Gabinete. A todos pidió que mantengan la máxima discreción hasta el lunes para evitar filtraciones, y con ese mismo objetivo es muy reducido el número de personas que conocen todos sus planes. Las fuentes citadas señalan que no es descartable que haya futuros ministros que aún no supieran que iban van a ser ayer mismo, porque el presidente no se había puesto todavía en contacto con ellos.