La legislatura, de nuevo en el alambre: “No salimos del bucle” de la inestabilidad 

“Es una hostia al Gobierno”. La confesión del ministro de Sumar Ernest Urtasun revela el estado anímico del Consejo de Ministros tras la última e inesperada derrota parlamentaria de Pedro Sánchez. “Me he quedado de piedra”, llegaba a decir Urtasun a su interlocutor, el diputado de ERC Francesc-Marc Álvaro. La charla fue captada por un micrófono abierto, en el patio de la Cámara Baja, cuando en el hemiciclo se confirmaba que Junts volvía a dar la espalda al presidente, votando en contra del techo de gasto y dejando una vez más la legislatura en el alambre.

Por enésima vez, en el entorno del presidente enfatizaron que no hay riesgo de un adelanto general. La votación relativa al techo de gasto volverá a producirse y, a la segunda, esperan que se apruebe. Extremo indispensable para la posterior aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Para Moncloa, sacar adelante las cuentas públicas continúa siendo “una prioridad”, a fin de dar estabilidad a la legislatura.

Pero lo cierto es que el “no” de Junts vuelve a poner en evidencia la extrema debilidad parlamentaria de Sánchez, en víspera de su balance del curso político y cuando concatena malas noticias en distintos ámbitos. Si nada cambia, el martes tendrá que declarar ante el juez Juan Carlos Peinado por la investigación a su mujer, Moncloa ha tenido que destituir a la directora del instituto de las mujeres por lucrarse con los Puntos Violeta y el Supremo no ha dudado en llevar la ley de amnistía ante el Constitucional por vulnerar el derecho a la igualdad.

“No nos lo esperábamos, el golpe ha sido importante”, resume un diputado socialista, que como el resto se enteró del portazo de Junts con el super pleno del martes ya en marcha. “Lo que no entiendo es por qué no se ataron bien los apoyos”, remató su diagnóstico, en referencia a los contactos mantenidos por María Jesús Montero, la vicepresidenta y titular de Hacienda.

En privado, ministros y altos cargos socialistas reconocieron su desconcierto. “Ha sido un ataque de cuernos”, resumieron las fuentes del PSOE, en relación a la reunión de Sánchez con Pere Aragonés en Barcelona, con la que se quiere allanar la investidura de Salvador Illa. Pero el problema de fondo, deslizaron destacados actores socialistas, es la imagen de inestabilidad política que se ofrece cada vez que llega una votación importante. “No salimos del bucle”. Además del no al techo de gasto, Junts también se unió al PP y Vox en contra de la reforma de la ley de extranjería.

El objetivo de Carles Puigdemont es “inestabilizar la investidura”, remató su diagnóstico Urtasun. En otra palabras, dejar claro a Sánchez que tiene la capacidad de hacerle “la vida imposible” en el Congreso, en palabras de un dirigente autonómico socialista. “Estamos en manos de ese señor”, subrayó. Públicamente, Emiliano García-Page ya sugirió la idoneidad de convocar elecciones: “No hay que tener que eternizar lo inviable”, afirmó hace poco más de un mes el presidente de Castilla-La Mancha.

La fotografía del panel de votaciones en el Congreso sirvió a Alberto Núñez Feijóo para dar por consumida la legislatura pese a que solo se ha cumplido un año de los comicios. Y, una vez más, exigió la convocatoria de elecciones. “Le pido al señor Sánchez que llame al jefe del Estado para decirle que convoca elecciones o que se va”, afirmó en la plenaria con sus diputados y senadores, que le ovacionaron. “Esto no es un Gobierno, es un tinglado”, llegó a decir. “Sánchez solo tiene capacidad de bloquear la alternativa”, añadió, pero no de gobernar. “Váyase”, dijo, emulando a José María Aznar con Felipe González.

El PP se despide del curso político con grandes resultados electorales pero en la oposición. En la comida que tuvo con sus barones tras la Junta Directiva Nacional del lunes, Feijóo les insistió en que han de estar preparados para cualquier escenario, aunque la gobernabilidad en Cataluña parece que se despeja.

“Mi apuesta, creo que Sánchez se atornillará en la Moncloa”, en palabras de un presidente autonómico del PP, en conversación informal con El HuffPost. “Estamos en pleno verano, ahora llega el mes de agosto. En septiembre, podremos calibrar mejor si Sánchez está en un callejón sin salida en el Congreso”, según el diagnóstico de un segundo barón, que añade: “Si la legislatura avanza, tendremos que reformular nuestra estrategia”.

Y luego está la posibilidad de una moción de censura. Feijóo no cierra la puerta por completo, aunque para presentarla tendría que adentrarse en una negociación con Junts o estar completamente seguro de que Puigdemont dejará caer a Sánchez. “No dan los números”, zanja un presidente autonómico. Para un sector del PP, el diálogo con Puigdemont es una “línea roja” que no se ha de atravesar. Otros, sugieren que es el momento de sopesar las distintas opciones.