Las niñas de la India, en el foco de la desigualdad

Las niñas de la India, en el foco de la desigualdad

Prameela no ha cumplido los 18 años y ya es madre y esposa. Trisha abandonó la escuela al acabar primaria para realizar junto a su madre tareas del hogar e ir a trabajar al campo. Bhavani es sorda. Nunca ha ido a la escuela. ¿Por qué darle una educación si nadie le confiaría un empleo ni le pagaría por trabajar?

Las niñas de todo el mundo se enfrentan a importantes desafíos en una sociedad globalmente marcada por el patriarcado. Este 11 de octubre se celebra el Día Mundial de las Niñas, una efeméride que nos alerta sobre la gravedad de las consecuencias de esta desigualdad.

Las niñas de la India rural sufren discriminación desde antes de nacer. Un estudio del Ministerio de Economía indio calcula que en el país se practican medio millón de abortos al año por razón de género. En sus primeros años de vida, muchas niñas fallecen debido a la desatención porque las familias priorizan la nutrición y el cuidado de los varones.

¿Por qué existe una preferencia por el nacimiento de niños?

Porque ellos heredan el apellido familiar y la tierra, y representan un seguro para la vejez de los padres. Las mujeres pasarán a formar parte de la familia del marido y se encargarán del cuidado de sus suegros. Para que contraigan matrimonio, sus padres deben pagar una dote que, en la mayoría de los casos arruina a las familias rurales.

"Criar a una hija es como regar el jardín del vecino". Dicho popular hindú.

¿Cómo revertir esta situación?

La Fundación Vicente Ferrer trabaja por los derechos de las niñas de la India rural con el objetivo es promover su independencia, mejorar su autoestima y promocionar su protagonismo en los espacios familiares y comunitarios, de manera que sus decisiones sean tomadas en cuenta de la misma manera que las de los hombres. Esto aún es una entelequia.

Educación contra la discriminación

Foto: Ramón Serrano/FVF

En las aldeas donde trabaja la Fundación Vicente Ferrer el cien por cien de las niñas están escolarizadas en primaria. La fundación les da soporte en escuelas de refuerzo que sirven para mejorar su rendimiento y sus calificaciones. También fomenta la escolarización de niñas en secundaria, (en su área de intervención, la matriculación alcanza más del 80%) a través de proyectos como la entrega de becas y de bicicletas. Los centros de secundaria no siempre están cerca de sus viviendas y este vehículo les permite desplazarse con mayor rapidez. Por otro lado, estos trayectos exponen a las menores al acoso sexual, así que la bicicleta también sirve para evitar este tipo de situaciones tristemente tan comunes en la India.

Atención especial a la discapacidad

Foto: Pepe Font

El número de personas con discapacidad varía de 40 a 90 millones en la India según si la fuente es gubernamental o no gubernamental. La explicación es que muchas de ellas, especialmente las que viven en zonas rurales no están censadas. En los pueblos, una persona con diversidad funcional es discriminada, maltratada e incluso abandonada. Se debe al hecho de que son personas no productivas en un contexto familiar con graves problemas económicos. Si además es mujer, tiene cuatro veces más probabilidades de sufrir violencia. La fundación ha puesto en marcha escuelas dirigidas a lograr su autonomía. Existen programas específicos para personas sordas, ciegas, con parálisis cerebral y con discapacidad intelectual.

Niñas, no esposas

Foto: Cristina García Rodero

Desde 2015, la fundación gestiona, en colaboración con el Gobierno indio y la organización Childline, una línea telefónica contra los abusos infantiles, entre ellos el matrimonio infantil. Desde su puesta en funcionamiento han evitado 314 bodas de menores en Anantapur. Paralelamente, se organizan obras de teatro para concienciar a la población rural de que las injusticias deben ser denunciadas. El aborto selectivo, el acoso sexual o el matrimonio infantil son algunas de las temáticas que abordan en las escuelas y en los pueblos. El matrimonio infantil provoca efectos devastadores que van desde el abandono escolar a la violencia machista pasando por problemas de desarrollo debido a embarazos precoces.

Una cantera de campeonas

El equipo de la fundación trabaja desde varios frentes para empoderar a las chicas, entre ellas, el deporte. Con el deporte se fomenta la educación en valores, la igualdad de género y la integración de personas con discapacidad. Una de las acciones más exitosas es el proyecto de inserción sociolaboral a través del deporte. Actualmente, 29 chicas forman parte de los entrenamientos para competir en los Special Olympics, un evento internacional que tiene como objetivo luchar contra los prejuicios y demostrar el talento del que cada individuo es capaz. El reconocimiento social en sus aldeas de las jóvenes que participan es inmediato. Han conseguido ya 59 medallas. Las chicas y chicos que participan en este proyecto trabajan paralelamente en talleres de formación profesional para lograr su inserción laboral una vez culmine su etapa deportiva.

Las niñas de la India viven una vida marcada por el patriarcado. Poco a poco se van dando pasos hacia su empoderamiento, pero queda mucho por hacer para lograr un cambio de mentalidad, especialmente en las zonas rurales y, especialmente en las castas desfavorecidas.

No hay prosperidad posible si no se rompe el ciclo de discriminación y violencia que, aún hoy, las mantienen sometidas.

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