Lo que parecía una idea brillante se ha acabado convirtiendo en una pesadilla. En Baleares se ha intentado utilizar a los influencers para mostrar algunos lugares del archipiélago que eran auténticos paraísos desconocidos.

El objetivo, más que incrementar el turismo, era desviar el flujo de visitantes que acudían a los lugares más concurridos y repartirlos por otras zonas de las islas que se encontraban prácticamente vacías.

Sin embargo, tal y como recoge el medio de comunicación danés Nyheder24, esa estrategia lo que ha provocado es el caos y la masificación en zonas que hasta no hace no mucho tiempo eran tranquilas.

Las autoridades han subestimado el poder de los influencers para influir en las decisiones de sus seguidores y han convertido algunas joyas ocultas de las islas en lugares ampliamente conocidos.

Es lo que ha ocurrido, por ejemplo, con la playa de Caló des Moro, en Mallorca. Antes apenas la conocían 100 personas y desde la campaña en las redes sociales el número de visitantes se ha disparado a 4.000 al día, una cifra inasumible para la pequeña cala.

Un portavoz del departamento de turismo de Baleares ha lamentado que la promoción de los influencers de algunas zonas desconocidas de las islas "ha tenido exactamente el efecto contrario al que se pretendía y va en contra de la política del Gobierno de restringir el turismo".

Asimismo, María Pons, la alcaldesa de Santanyí (el municipio al que pertenece la playa de Caló des Moro) ha alertado de que la situación "está fuera de control".

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