El gigantesco edificio que necesita derretir 13.000 toneladas de hielo al día para refrescarse en medio del desierto

En las alturas del Burj Khalifa también se sufre el calor extremo. Este edificio de 828 metros de altura combate las altas temperaturas del desierto con uno de los sistemas de aire acondicionado más sofisticados e innovadores del mundo. Para mantener la temperatura interior por debajo de los 25º C el rascacielos necesita derretir 13.000 toneladas de hielo al día.

Según publica el medio italiano Sfp Versilia, aunque pueda parecer un gran consumo de energía, en realidad es una obra de ingeniería eficiente y sostenible. Este aire acondicionado funciona con un sistema de refrigeración urbana externo, que bombea agua enfriada a solo 3,3 °C a través de tuberías de 75 centímetros de diámetro hasta el sótano del edificio.

De acuerdo a la información difundida, el agua llega de hielo artificial y aguas residuales tratadas. Desde su inauguración en 2010, el Burj Khalifa ha utilizado un mecanismo llamado Sistema de Almacenamiento Térmico (SIT) que se basa en una mezcla llamada lechada de hielo: una combinación de agua y cristales de hielo producida por la noche, "cuando la energía es más barata". Durante el día, este "hielo líquido" se derrite y enfría el edificio.

De este modo, el Burj Khalifa genera unos 57 millones de litros de agua al año. Después de su uso, se recoge en un depósito subterráneo y se utiliza para regar los jardines que rodean el edificio.

Además, gracias a la inteligencia artificial, el sistema realiza un mantenimiento predictivo, "detecta fallos antes de que se produzcan". Esto ha permitido reducir en un 40% las horas dedicadas a las reparaciones. 

"La climatización del Burj Khalifa no solo enfría el edificio más alto del mundo, sino que representa una visión futurista y sostenible de cómo incluso en el desierto es posible combinar la eficiencia energética, la innovación y el respeto por el medio ambiente", concluye la publicación.