El ‘Sistema Peña’ para numerar las carreteras españolas que nació en la época franquista

España tiene un plan de carreteras que se diseñó en 1940, denominado Sistema Peña. El nombre del plan hace mención a su diseñador, Alfonso Peña Boeuf, ministro de Obras Públicas de Francisco Franco. El encargado del plan es el responsable, por ejemplo, de que las seis autopistas que se reparten por el territorio empiecen por la A, y que las carreteras nacionales se marquen con una N. 

Al terminar la Guerra Civil española, en el arduo camino de recuperación, Peña organizó la nomenclatura de las carreteras con los nombres de "nacionales", "comarcales" y "locales" y seguidos de números de hasta tres cifras, según ha informado Xataka. 

Este plan de organización sobre las carreteras de España estuvo activo hasta 1984, momento en el que se aprobaron nuevas obras como asfaltar o ensanchar las calzadas. Aun así, muchas de las obras programadas no pudieron hacerse realidad en gran parte del territorio. 

Las seis autopistas que hoy se conocen, nacieron de la idea de hacer seis caminos principales que partieran desde Madrid y que cruzaran España. La A-1 que tendría como destino final Irún; la A-2 que llegaría hasta Barcelona, la A-3 que culminaría en Valencia, la A-4 que permitiría llegar a Cádiz, pasando por Sevilla, la A-5 que comunicarían a España con Portugal, pasando por Badajoz y la A-6 con último destino A Coruña. 

Sin embargo, esta idea se remonta a 1762, y que se expuso en el Proyecto económico de Bernardo de Ward, encargado por Fernando VI. "Necesita España de seis caminos grandes, desde Madrid á la Coruña, á Badajoz, á Cádiz, á Alicante, y á la raya de Francia, así por la parte de Bayona, como por la de Perpiñan". 

Peña, una vez definió las autopistas, se lanzó a por las comarcales y locales que delimitó en cinco círculos concéntricos que iban del 1 al 5, y que se iban estrechando por orden. Para más inri a estos círculos se le añadió un número, si este era par significaba que la carretera se acerca o alejaba de Madrid y si, por el contrario, era impar, la carretera era radial, cruzaba sectores, pero no se dirigía a Madrid. 

Desde los 80, todas estas nomenclaturas se han modificado a medida que se sucedían los planes de obras públicas, a excepción de las vías comarcales que dibujo el Plan Peña. De las últimas modificaciones, la más grande pertenece al Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT).