El detenido por la muerte de los tres hermanos de Morata (Madrid) admite su implicación

El detenido por la muerte de los tres hermanos de Morata (Madrid) admite su implicación

La persona arrestada por la Guardia Civil, un ciudadano paquistaní de 43 años, había sido su inquilino y agredió hace meses a una de las hermanas con un martillo, por lo que fue juzgado.

Miembros de la Guardia Civil trabajando en el lugar donde se han hallado los cuerpos de tres hermanos de avanzada edad con signos de violencia.EFE / Sergio Pérez

La Guardia Civil ha detenido a un hombre por su presunta implicación en el asesinato de los tres hermanos hallados sin vida y con signos de violencia en su domicilio de la localidad madrileña de Morata de Tajuña, ha informado este lunes la Comandancia de Madrid del instituto armado. Había sido su inquilino, agredió hace meses a una de ellas con un martillo, han señalado a EFE fuentes próximas a la investigación. Se ha entregado esta madrugada reconociendo su implicación en los hechos. Con todo, fuentes cercanas a esta declaración admiten a EFE que el arrestado incurrió en incongruencias en su relato de los hechos.

Fuentes próximas a la investigación han detallado a EFE que se trata de D.H.F.C., un hombre de nacionalidad paquistaní y 42 años, que ha sido detenido en la cercana localidad de Arganda del Rey. Coincide con el principal sospechoso que barajaban los agentes de Homicidios de la Guardia Civil, puesto que tenía antecedentes por un delito de lesiones cometido el año pasado contra una de las fallecidas. 

Los agentes de Homicidios del instituto armado, que han asumido la investigación y han practicado la detención, manejan, entre otras hipótesis, la de un posible ajuste de cuentas por las deudas que habían contraído estos familiares con algunos conocidos, según indicaron a EFE las fuentes consultadas. Los cuerpos de los tres fallecidos, de unos 70 años, fueron encontrados quemados, apilados y con restos de sangre sobre las 11:30 horas del pasado jueves.

Según recoge El País, el detenido ha confesado el crimen, asegurando que lo hizo por "venganza". Además, ha indicado que sus víctimas le debían una cantidad de 50.000 euros. Que el crimen estuviese relacionado con una estafa amorosa ya era la principal hipótesis que se manejaba.

El alcalde de Morata de Tajuña, Francisco Villalaín, aseguró que un hombre que alquiló durante meses una habitación en la casa de los hermanos agredió a una de ellas, por lo que fue detenido y sometido a un juicio rápido. Los vecinos aseguran que era paquistaní, le debían unos 60.000 euros a su inquilino y que la agredió con un martillo.

Una extraña y violenta muerte con la hipótesis de la 'estafa de amor'

Se trata de la extraña y violenta muerte de los hermanos Amelia, Ángela y Pepe en Morata de Tajuña, que causó gran intriga entre los vecinos de la localidad madrileña.  Detrás del triple deceso de estos hermanos de entre 70 y 80 años habría una 'estafa de amor' con posterior deuda y ajuste de cuentas.

Así lo apuntó EFE la pasada semana, recogiendo el testimonio de Enrique, un amigo de la familia. Según este hombre, las hermanas contactaron hace años con dos supuestos militares estadounidenses a través de Facebook. Uno de ellos, quien decía llamarse Edward y estar destinado en Afganistán, les dijo que el segundo había muerto y que, para cobrar una herencia que disfrutarían juntos, necesitaba que le enviasen dinero de manera periódica.

Tiempo después, uno de ellos, quien decía llamarse Edward y empleaba una foto del excomandante de la OTAN Wesley Clark, aseguró que un compañero suyo había muerto y que él iba a ser el beneficiario de su millonaria herencia, que compartiría con las hermanas.

No obstante, antes necesitaba que ellas le ayudaran económicamente para costear los gastos sucesorios, a lo que accedieron, destinando mensualmente sus pensiones y dilapidando cerca de 400.000 euros, según apuntan amigos de la familia.

Arruinadas, las hermanas, naturales de Torre de Juan Abad (Ciudad Real) pero residentes en Morata de Tajuña desde hacía décadas, comenzaron a pedir dinero a sus vecinos y amigos, incluido el párroco de la localidad. Ante sus negativas, y las advertencias de sus allegados acerca del engaño que estaban siendo víctimas, se comenzaron a aislar hasta que el pasado diciembre desaparecieron del pueblo.

Las persianas de su casa, situada en el número 3 de la Travesía del Calvario, estaban bajadas, ninguno contestaba al teléfono y los vecinos dieron por hechos que se habrían ido a Madrid sin avisar. Pasadas varias semanas, y alertados por las recurrentes llamadas de los moradores de las viviendas colindantes denunciando el hedor, efectivos de Policía Judicial de Arganda del Rey de la Guardia Civil registraron el chalé y encontraron los cuerpos en proceso de descomposición.

Fueron trasladados ese mismo día al Instituto de Medicina Legal, donde el viernes se comenzaron a realizar las autopsias, de las que todavía no han trascendido los resultados. Durante la inspección técnico-ocular de la vivienda, los agentes de Policía Científica de la Comandancia de Madrid hallaron una pistola de fogueo, cuyo origen se está investigando.