Una inminente explosión estelar provocará un fenómeno único que podrá observarse durante una semana

Una inminente explosión estelar provocará un fenómeno único que podrá observarse durante una semana 

Atentos al cielo los próximos meses porque este tipo de eventos astronómicos solo se ven una vez en la vida.

Una estrella gigante roja y una enana blanca orbitan entre sí en esta animación de una novaNASA

Si en los próximos meses se les da por levantar la vista al cielo un día sí y otro también, y cuando lo hacen se dan cuenta de que llevan varios días observando un punto igual o casi tanto como Polaris, la más brillante de la constelación de la Osa Menor, no se han vuelto locos ni están viendo un ovni. Al contrario, asisten en calidad de testigos a un fenómeno único en la vida que sólo ocurre cada 80 años: el estallido de una nova.

Astrónomos de la NASA prevén que un sistema estelar situado a 3.000 años luz de la Tierra se haga visible en cuestión de meses como consecuencia de la explosión de la nova recurrente T Coronae Borealis, o T CrB, que explotó por última vez en 1946 y volverá a hacerlo, según los cálculos, entre febrero y septiembre de 2024.

El sistema estelar, normalmente de magnitud +10, que es demasiado tenue para verlo a simple vista, saltará a magnitud +2 durante el evento y tendrá un brillo similar al de la Estrella Polar, Polaris. Una vez que su brillo alcance su punto máximo, debería ser visible a simple vista durante varios días y, antes de que vuelva a atenuarse otros 80 años, una semana completa si se usan unos buenos prismáticos

Se espera que el estallido aparezca como una "nueva" estrella brillante en la constelación Corona Boreal, o Corona del Norte, un pequeño arco semicircular cerca de Bootes y Hércules.

Imagen conceptual de cómo encontrar a Hércules y sus poderosos cúmulos globulares.NASA

Esta nova recurrente es sólo una de las cinco en nuestra galaxia. Esto sucede porque T CrB es un sistema binario con una enana blanca y una gigante roja. Las estrellas están lo suficientemente cerca como para que, a medida que la gigante roja se vuelva inestable debido al aumento de temperatura y presión y comience a expulsar sus capas externas, la enana blanca acumule esa materia en su superficie.

La atmósfera densa y poco profunda de la enana blanca acaba calentándose lo suficiente como para provocar una reacción termonuclear descontrolada, que produce la nova que vemos desde la Tierra, tal y como explica la NASA en un comunicado.